La demanda boliviana de una salida al Océano  Pacífico emergió como un nuevo factor que aumenta la tensión entre Chile y Perú  por su frontera marítima, advirtieron este domingo fuentes oficiales y  artículos en la prensa chilena.

"Creo que es importante tener presente a Bolivia en este tema", dijo el  cardenal Francisco Javier Errázuriz, al referirse por primera vez en forma  directa a este tercer país en juego.

Perú puso en vigor el sábado una ley que fija las "líneas de base" de su  dominio marítimo, que desde el punto de vista chileno busca modificar la  frontera y avanzar hacia el sur, ocupando 35 km cuadrados de aguas del Pacífico  sobre las cuales Chile ejerce soberanía.

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La frontera marítima debe ser una línea que siga el paralelo del Ecuador,  como señala un acuerdo firmado en 1954, según la tesis chilena, mientras Perú  sostiene que ese trazado debe inclinarse necesariamente hacia el sur, para que  el límite sea equidistante de las costas de ambos países.

Es aquí donde entra en escena una fórmula que Chile y Bolivia consideraron  hace 30 años, para que la nación altiplánica tuviera un corredor hacia el mar  entre el norte chileno y el sur peruano. Cuando Perú no aceptó esa salida, las  negociaciones se estancaron y Bolivia rompió relaciones con Chile en marzo de  1978.

En los últimos meses los gobiernos del presidente chileno, Ricardo Lagos, y  su par boliviano, Eduardo Rodríguez, vivieron un clima de acercamiento y el  tema marítimo figuró en la reunión que ambos celebraron en Argentina durante la  Cuarta Cumbre de las Américas que concluyó el sábado en Mar del Plata.

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La nueva ley peruana preocupa a Bolivia, como lo señalaron el ex presidente  Jorge Quiroga y otras personalidades en La Paz, pero ese país perdería la  posibilidad de un acceso al mar si se impone la línea equidistante y Perú  desplaza su frontera hacia el sur, estimaron fuentes chilenas.

La ex canciller chilena Soledad Alvear advirtió el viernes que si prevaleciera la  tesis peruana de desplazar su frontera marítima hacia el sur, "se cierra para  siempre la posibilidad" de que Bolivia obtenga el acceso al mar que demanda  como reivindicación histórica.

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"La vida es más compleja que esas situaciones tan drásticas", afirmó sin  embargo el secretario general de Gobierno, Osvaldo Puccio, aunque admitió que  la postura complica "los caminos de diálogo con Bolivia".

Desde esta perspectiva, "en el Ejecutivo hay quienes creen que si el  impasse sigue escalando, ofrecerle un corredor a La Paz puede terminar siendo  más conveniente para Chile que aceptar el trazado peruano", escribió el  matutino El Mercurio, sin mencionar sus fuentes.

"Estados Unidos mira con simpatía la posibilidad de un arreglo que ayude a  aminorar la tensión social que ahoga al país mediterráneo y que constituye un  foco de inestabilidad para toda la región", agregó el rotativo.

Tras la reunión entre Lagos y Rodríguez en Mar del Plata, surgió la  conclusión de que "al menos con Bolivia hay espacios para un entendimiento  creciente", señaló por su parte una breve nota del Diario Siete.

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Pero Lagos también se reunió durante la cumbre con el presidente Alfredo  Palacio, de Ecuador, quien le confirmó que no existen problemas entre su país y  Perú tras un acuerdo bilateral que fijó su frontera marítima sobre la base de  una línea que sigue la dirección del paralelo.

"O sea, si hay paralelo entre Ecuador y Perú no veo por qué no debería  haberlo entre Chile y Perú", dijo Lagos, cuyo gobierno adelantó que seguirá en  la búsqueda de una solución por los canales de la diplomacia y el derecho  internacional.