La próxima semana, el Gobierno buscará reunirse con  los representantes de las asambleas populares, movimientos ciudadanos y otras agrupaciones que durante el último mes apoyaron la propuesta de una Constituyente.

El anuncio de  protestas contra el proyecto de consulta popular que envió al Congreso el martes último genera preocupación en el Ejecutivo, que considera que la posición de esas organizaciones  se debe al desconocimiento de los alcances reales de la propuesta.

De ahí que planifica realizar una explicación más amplia del contenido del proyecto y de los argumentos que llevaron al Gobierno a incluir no solamente la posibilidad de una Constituyente, sino también de una Asamblea Constitucional.

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El objetivo es no romper el diálogo con los sectores ciudadanos que han servido de soporte social para la propuesta del régimen y convencerlos de que al Ejecutivo no le quedaba otra opción que respetar los canales legales vigentes para la consulta, esto es la instancia legislativa.

El ministro de Gobierno, Galo Chiriboga, expresó su confianza de que el diálogo con la sociedad civil no se romperá, sino que continuará canalizándose a medida que avance también el trámite del proyecto.

Aseguró además que la próxima semana el Gobierno buscará contactos con los bloques del Congreso para lograr la calificación de urgencia de la consulta.