La canciller colombiana, Carolina Barco, llamó al gobierno ecuatoriano a un diálogo franco sobre el tema de las fumigaciones aéreas de cultivos ilícitos en la frontera que Quito rechaza, pero reiteró que no puede haber una franja fronteriza sin control a la siembra de droga.

En una intervención ante una comisión del Congreso colombiano, divulgada este jueves, Barco afirmó que "el mensaje no puede ser que habrá una franja donde no habrá un control a la siembra de droga".

Señaló también, en cuanto a la posibilidad de una erradicación manual de cultivos en la zona, que "ello requiere de unas condiciones de seguridad para que los campesinos que hacen ese trabajo no sean atacados".

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Según la canciller colombiana, "lo que proponemos es un diálogo constructivo con el Ecuador para ver cómo podemos manejar las inquietudes que ellos tienen y una política muy clara del gobierno".

Barco dijo que el gobierno colombiano no entiende los argumentos de Quito de que las aspersiones aéreas en cercanías a la frontera están afectando la salud de los habitantes ecuatorianos, porque "aquí, al interior del país donde venimos aspersando, no hemos encontrado esa situación".

"Por eso nosotros proponemos más bien entonces que miremos cuál es la situación de salud que se está planteando, cuáles pueden ser los problemas y buscar unas soluciones", señaló Barco. "Lo que es importante es mantener el diálogo abierto y ver cómo podemos ir solucionando las inquietudes que se tiene en Ecuador, pero manteniendo una política muy firme de lucha contra la droga", concluyó.

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El lunes pasado, y luego de un viaje a la frontera con Colombia, el canciller ecuatoriano, Francisco Carrión, reiteró que las fumigaciones antidrogas de Colombia están afectando a los ecuatorianos que viven en la frontera binacional. "Pude constatar personas afectadas, niños que habían sido afectados por la aspersión aérea de glifosato (que utiliza Colombia para eliminar los narcocultivos)", declaró.

Carrión agregó que "tengo muchos informes, estudios, y muchos de ellos efectivamente señalan que hay un impacto (por las aspersiones con glifosato)".

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Finalmente, el ministro ecuatoriano manifestó que tiene previsto dialogar próximamente con Barco, para tratar el tema de las aspersiones y el pedido de Quito de que se suspendan en  la frontera hasta tanto se descarten efectos secundarios en la salud humana y el ecosistema.