Unos mil integrantes de sectores radicalizados desafiaron este viernes a la policía, incendiaron una sucursal bancaria, destrozaron tiendas e intentaron romper el vallado metálico que resguarda la sede de la Cumbre de las Américas.

Los incidentes ocurrieron mientras el presidente argentino Néstor Kirchner inauguraba la cumbre.

Un grupo de infantería de la policía federal, integrado por 150 agentes provistos de escudos protectores, los dispersó arrojándoles gases lacrimógenos.

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Un grupo de los revoltosos se dirigió entonces contra una sucursal bancaria situada a una cuadra del vallado. Destrozaron a pedradas las vidrieras e incendiaron el local. Luego siguieron haciendo trizas las vidrieras de varios negocios, sin que la policía, situada detrás de las vallas metálicas, interviniera.

Los revoltosos, pertenecientes a sectores de ultraizquierda y a algunas organizaciones de   piqueteros (desempleados), llevaban capuchas y enarbolaban garrotes, mientras agitaban banderas y carteles.

Al grito de "Asesinos, asesinos" comenzaron a golpear contra las barreras metálicas intentando derribarlas.

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Cuando la policía les arrojó gases, retrocedieron pero desde las proximidades del lugar, sobre la céntrica avenida Colón, siguieron con sus cánticos y gritos hostiles contra el presidente estadounidense George W. Bush como también contra Kirchner.

Fue el primer episodio de violencia producido con motivo de la Cumbre de las Américas en esta supervigilada ciudad balnearia, protegida por unos 8.000 policías y gendarmes, que han formado no menos de tres anillos de seguridad, permitiendo solamente el paso a quienes tienen credenciales de autorización.

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Varias horas antes, miles de manifestantes habían desfilado sin incidentes rumbo a un estadio polideportivo, escenario de la llamada   Contracumbre de los Pueblos, donde fueron arengados por el presidente venezolano Hugo Chávez.

Los sectores radicalizados promovieron también el jueves episodios de violencia en la capital federal y en varias ciudades del interior, protestando por la presencia de Bush y por la realización de la Cuarta Cumbre.