La capital azuaya hizo un alto en sus fiestas de independencia para celebrar el Día de los Difuntos.

Los fieles que honran a las almas de sus seres queridos que fallecieron hace mucho tiempo, o en los casos en los que el dolor es reciente, empezaron a llegar al camposanto municipal desde el martes en la noche.

Cargados de flores, adornos, velas y pequeñas luces llegaron a rendir su tributo. En silencio limpiaron las tumbas, cambiaron de floreros, acomodaron tarjetas y mensajes y con la misma parsimonia repitieron oraciones.

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Óscar Matute visitó el sitio donde hace 13 años fue enterrado su padre. Aseguró que el mismo ritual lo hace cada año, acompañado de sus cinco hermanos, todos con sus hijos y con su madre María Castro, quien dijo que impedirá que esta tradición se pierda en la familia.

El cementerio se vistió de tenues luces hasta el amanecer y albergó a miles de devotos de las almas de sus difuntos, que en algunos casos hasta pernoctaron en el sitio. Además, las familias por tradición se reúnen para compartir las guaguas de pan (figuras de niños) y la colada morada.

Paralelamente el ambiente empezó a subir de tono desde la noche de ayer, porque los cuencanos se dispusieron a vivir las fiestas.

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Durante la mañana y tarde se desarrolló el Desfile Cívico Estudiantil, que congregó a estudiantes de las escuelas y colegios del cantón, quienes participaron con sus bandas de guerra, manifestaciones culturales, carros alegóricos y banderines alusivos a las fiestas.

Las ferias de exposición artesanales e industriales de comida típica serán también los atractivos de estas fiestas y la concurrencia promete ser masiva, al igual que el circo del Cholito, el único que presenta su espectáculo en Cuenca.

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Desde las 15h00 de ayer hasta las 00h10 de hoy las orquestas de Don Medardo y sus Players, Falconí Juniors y Jaime Orquera se encontraron en un mano a mano en la avenida Huayna Cápac y todos los asistentes empezaron el festejo con un rotundo “viva Cuenca”.