La dirección distrital de la Procuraduría General del Estado en Guayas dio su visto bueno al contrato de asociación entre la operadora Pacifictel y la empresa de telefonía Nedetel, para la provisión de servicios de banda ancha (internet de alta velocidad sin consumo telefónico) y el transporte de datos.

En su informe el director distrital, Sócrates Vera Castillo, no se pronunció sobre los aspectos técnicos y económicos de la contratación, por considerar que son de responsabilidad exclusiva de la máxima autoridad de Pacifictel y de los miembros y asesores de su directorio.

En el escrito también se efectúan varias observaciones de forma. En la cláusula 4ª, que habla sobre las obligaciones de las partes, se establece que “si bien existe un encargo fiduciario de administración de flujos y pagos, debe darse detalles de dicho encargo”.

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Se aconseja, por ejemplo, que se establezca en forma clara, dentro del contrato, cómo comprobará Pacifictel que el reporte mensual del número de enlaces es el correcto; así como la veracidad de la facturación bruta (mecanismo para medir enlaces y comprobar cálculos de facturación).

Demanda
El Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Guayaquil aceptó la demanda que interpuso Pacifictel al Ab. Alberto Pincay Morla, quien en el 2004 estuvo a cargo del juicio penal en contra de Nedetel, por supuesta falsificación de instrumentos (documentos) públicos y estafa en la firma del contrato de banda ancha.

La telefónica acusa a Pincay de “negligencia en el patrocinio del juicio”, por cuanto el incumplimiento de una diligencia (el no completar la acusación particular) originó que Pacifictel pierda el proceso.

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Elker Mendoza, vicepresidenta jurídica de la institución, señala que se actuará conforme al fallo de los árbitros. “El abogado será citado y se continuará con el proceso”, sostuvo la funcionaria.

Sin embargo, Pincay se defiende y prepara una contestación a la demanda.

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El profesional insiste en que su acusación particular fue clara y que además nunca se le comunicó la providencia de la jueza Silvia Orejuela.