La muerte está entre los temas que ocupan las reflexiones de  los seres humanos y que a  la vez le generan temores.  Es tan  próxima y real y  al mismo tiempo tan extraña e insondable.

El ser humano busca respuestas de diversos modos.  Y uno de ellos es a  través de la creación.  “Toda literatura, como decía Barthes, gira en torno a pocos temas y uno de ellos es  la muerte”, manifiesta  el escritor   Abdón Ubidia.

Este autor  ecuatoriano, el maestro  Enrique Tábara; la cineasta Yanara Guayasamín, quien dirigió el documental De cuando la muerte nos visitó, que habla de  los rituales funerarios de la península de Santa Elena; y Carolina Andrade, autora  entre otros volúmenes de cuentos del libro De luto, reflexionan sobre la muerte  en el Día de los Difuntos y sobre la forma de recordar a los que ya no están. 
  
“Los ritos son muy importantes. Es una forma de estar con ellos”, refiere Guayasamín.

 

El único ser viviente que tiene conciencia de la muerte es el humano. La conciencia del fin marca sus días. El fantasma aquel está siempre en su cabeza, determinando sus actos. La muerte es uno de los grandes temas de la literatura, porque literatura y vida no pueden ser separadas y también vida y muerte son hechos propios de la existencia humana que no pueden separarse. No hay escritor que no hable directa o indirectamente del tema de la muerte. Creo que la literatura es el modo más eficaz para conjurar la muerte, para alejarla, para aplazarla. Al final el absurdo se impondrá y ganará la muerte, pero hasta tanto cuánto tiempo le habremos robado.

Abdón Ubidia,
escritor

 

En la muerte es la ausencia lo que te marca, sobre todo al principio. Luego uno va asimilando esa ausencia. En el momento que se evoca a alguien fallecido, es casi como si se reviviera los momentos vividos. No ves a la persona, pero la sientes. Recorres lo que viviste con ella.
El recuerdo es fundamental. Por eso un hijo, una obra, en el fondo es una manera de asegurarse de que el recuerdo de un ser humano queda vivo. Mientras alguien te recuerde, vives. Creo que ahí está la cuestión. Por eso los rituales funerarios, como los recuerdos, son fundamentales. Creo que así uno acepta mejor la muerte. Los seres humanos lo que necesitamos es poder conjurar ese momento trágico.

Yanara Guayasamín,
cineasta

 

Yo no tengo un concepto claro sobre la muerte, solo sé que es un gran misterio. La muerte tenía otro sentido en la época precolombina, entre los antiguos habitantes. El color negro jamás lo identificaban con la muerte. Sé que los que eran condenados a muerte eran pintados con el color azul. Para mí la muerte es un misterio y me merece un enorme respeto, pero sé que en cualquier momento se dará. Visitar a los muertos es un ritual antiguo y creo que nació con el ser humano para ubicar en otro espacio al que partió. Se supone que está en un más allá y que algún día lo veremos. Había un escritor que decía que debemos tener conciencia de la muerte, porque está unida a nosotros.

Enrique Tábara,
pintor

 

La muerte es la no esperanza, la sensación de pérdida y la derrota de lo que es el amor y la belleza. Obviamente pensar o reflexionar sobre la muerte es causa de desasosiego. Tengo un libro de cuentos titulado De Luto, que fue escrito a fines del milenio. En él había reflexiones sobre el estar de luto, como una metáfora del llegar al final de una etapa en la que no se habían cumplido objetivos que uno hubiera pensado que sí se lograrían.
Alguna vez estuve en una charla que era dirigida a alumnos jovencitos y allí me dijeron que por qué tanto pesimismo. Y no, al contrario, este es mi personal berrinche en contra de la muerte. Yo estoy a favor de la vida. Y es esa hipersensibilidad de los artistas de no conformarse ante la falta de belleza, ante la falta de amor, el tema de la muerte en sus obras.

Carolina Andrade,
escritora