Padre del menor cree que el crimen se debió a una venganza por problemas sentimentales.

El nudo en su garganta y la sensación de desconsuelo e impotencia no le permitían pronunciar palabra alguna, tan solo las lágrimas eran testigos de su dolor.

Es que para Kléber Vaca Esmeralda, la muerte de su hijo, Edwin Vaca Delgado, de 16 años, es la suya propia.

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El menor, quien practicaba box, fue asesinado ayer con tres puñaladas, cuando estaba en la escuela de box Raúl Gamboa Abril, ubicada en Pedro Moncayo y San Martín.

“No solo le arrebataron la vida a mi hijo, a mí también me la quitaron, mi vida se ha ido con él, porque él era mi compañía, mi confidente”, decía mientras lloraba sobre el cadáver tapado con una sábana.

Según datos preliminares, el móvil del asesinato pudo haber sido el robo, ya que faltaban 30 dólares de la oficina de la escuela de boxeo. No obstante, los padres presumen que haya sido por una venganza de índole sentimental.

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Vaca recordó que su vástago, como era de costumbre, se despertó a las 07h00 para comenzar a arreglar sus pertenencias y salir de su domicilio, en la cooperativa Unión de Bananeros (del Guasmo Sur), hasta el lugar donde, a más de laborar en la limpieza, practicaba el deporte del box.

“Mi pequeño se fue como de costumbre hasta el gimnasio. Si hubiera sabido que esa era la última vez que lo iba a ver, se lo juro que no lo dejaba ir”, se lamentaba el progenitor.

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La madre de la víctima, Melba Eloiza Delgado Gonzalo, denunció ayer el crimen de su hijo en la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G).

La mujer involucra a la enamorada de su hijo con el crimen, ya que según afirma en el escrito, esta estaría relacionada a pandillas.

Delgado sostiene en la denuncia que la joven, quien labora como empleada doméstica en una vivienda al frente de la escuela de boxeo, le contó que el muchacho había llegado hasta el local a las 08h30, y que luego no lo volvió a ver hasta que se enteró de su muerte.

Esta versión no convence a los progenitores de Edwin Vaca, ya que, según manifestaron, la chica no goza de buena reputación, por lo que suponen que el menor pudo haber sido víctima de una venganza por parte de algún pretendiente de la joven.

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“Esto (el asesinato), para nosotros no ha sido por el robo del local sino más bien una venganza por alguien que estuvo o estaba pretendiendo a la enamorada de mi hijo, y ella debe de saber cómo sucedieron las cosas”, enfatizó el padre, quien agregó que si el crimen hubiera sido por robo se hubieran llevado las cosas de valor que habían en el local y no solamente 30 dólares.

Stalin Coca Torres, fiscal que realizó el reconocimiento de la escena del crimen, informó ayer que el occiso presentaba dos puñaladas en el tórax y una en la yugular.

“Este caso es muy raro, no se pueden determinar fácilmente los circunstancias de los hechos, por esto hay que investigarlo a profundidad para saber quiénes están involucrados en la muerte del menor”, dijo el agente fiscal.