Sergio Osorio, hermano de Jéssica Osorio, la mujer que falleció luego de ser operada por el médico ecuatoriano Galo Andrade en la capital chilena de Santiago, aseguró que el informe pericial que permitió la libertad provisional del galeno fue elaborado sin conocimiento de causa.

Osorio afirmó que el perito criminalístico Hernán Lechuga ni siquiera revisó a su hermana y  cree que la defensa de Andrade le pagó para que lo exculpara, publicó ayer la radio chilena Cooperativa, en su edición digital.

Según Lechuga, la mujer de 38 años y madre de dos hijos, que murió el 23 de octubre, tras una agonía de nueve días, luego de que Andrade le practicara una cirugía estética, falleció porque tuvo una reacción rara a la lidocaína ya que carecía de una enzima que asimila este anestésico.

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Además aseveró que a Jéssica se le quiso hacer una “resección de piel”, es decir, una cirugía menor con anestesia local para retirar unas cicatrices causadas por una inyección de centella asiática y no una abdominoplastia.

Al respecto, el hermano mayor de Osorio enfatizó: “Yo vi el cuerpo de Jéssica cuando recién fue al hospital. Nos explicó el médico que ella tenía un dibujo de cadera a cadera en su abdomen y tenía una incisión sobre el dibujo. Y al costado derecho de ella tenía un corte profundo, de unos cinco centímetros de largo”. Acotó que tiene la certeza de que fue la sobredosis de lidocaína lo que le causó la muerte.

Mientras, Betsy Pita, la madre de Andrade, quien viajó el miércoles pasado desde Ecuador, señaló que le gustaría hablar con la familia de Osorio. “Le pediría que perdonen a mi hijo, que él no quiso matarla”, dijo la mujer al diario  Las Últimas Noticias.