Hace 31 años, cuando el Centro Médico de Orientación y Planificación Familiar (Cemoplaf) empezó la divulgación de los métodos anticonceptivos, las cosas eran distintas. Las familias ponían trabas a la planificación familiar, no por la religión, sino por el temor a desarrollar enfermedades como el cáncer, recuerda Teresa de Vargas, actual directora ejecutiva.

Cemoplaf inició sus labores para promover la salud reproductiva en 1974 y contaba con once beneficiarias. En la actualidad, atiende a cerca de 500 mil pacientes al año.

Después de tres décadas de trabajo en planificación familiar –junto con Aprofe, el Ministerio de Salud y otras organizaciones– los resultados son visibles. El porcentaje de mujeres en edad reproductiva que usan algún método anticonceptivo pasó de menos del 20% en la década del 70, al 73%, en el 2004.

Publicidad

En este mes, ganó el Premio de Investigación Operativa Marjorie C. Horn, que entrega la Agencia Interamericana de Desarrollo de Estados Unidos (Usaid). El premio, que se  entrega por tercera ocasión, es un reconocimiento a las investigaciones operativas que ha realizado Cemoplaf para la prestación de servicios de salud y la divulgación de la anticoncepción. En el certamen, participaron como nominadas organizaciones de África, Centro y Sudamérica.

Se trata de las investigaciones que analizan las posibilidades de éxito de los programas y son la base para determinar políticas de precios de los servicios, de acuerdo con las capacidades adquisitivas de los usuarios.

Teresa de Vargas explicó que las investigaciones que ha realizado Cemoplaf pueden servir, además, para promover nuevos métodos anticonceptivos, o para instalar centros hospitalarios y otros servicios de salud.

Publicidad

Los estudios se han aplicado en campos como la divulgación de los métodos de planificación familiar entre la población indígena o la promoción de la salud reproductiva en los adolescentes.

Según la Directora de Cemoplaf, cada vez acuden parejas más jóvenes en busca de asistencia para planificar la familia. “Antes nos buscaban mayores de 30, que ya tenían varios hijos. Ahora llegan jóvenes con un solo hijo”. Eso revela un cambio, en un país donde hace 40 años las mujeres aún buscaban tener más de cinco hijos.

Publicidad

También se han flexibilizado los requisitos para acceder a la ligadura, un método definitivo de infertilización.

Antes, las normas del Ministerio de Salud indicaban que la mujer debía ser mayor de 35 años y tener mínimo cuatro hijos para ligarse. Ahora, basta tener solo un hijo y el deseo de no tener más descendencia. Cemoplaf se autofinancia con lo recaudado por la prestación de servicios.