El Departamento de Policía de Nueva Orleans  despidió a 51 agentes y empleados por abandonar su puesto durante la crisis que siguió al ciclón Katrina, cuando la ciudad del sur de EE.UU. estaba inundada en agosto pasado.

Otros quince agentes han renunciado, mientras unos 228 policías están bajo investigación porque no se presentaron a trabajar en medio de la crisis.