Según fuentes del régimen, en la tarde de ayer se estaba preparando un nuevo estatuto electoral en el que ya no habrá limitaciones de ningún tipo para los candidatos a  asambleístas.

El Gobierno reaccionó rápidamente a la decisión del Parlamento de acudir a la OEA para que le aplique al Ecuador la Carta Interamericana, por las supuestas intenciones del Ejecutivo de desconocer al Congreso Nacional.

El presidente Alfredo Palacio convocó ayer a los embajadores de los estados que conforman la OEA para darle su versión de la crisis política y justificar su decisión de llamar a una Constituyente.

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Y mientras el representante de ese organismo, José María Ocampo, aseguraba ayer que informará de la situación al secretario general de la OEA, en Carondelet se hablaba de nuevos acercamientos.

Una fuente del régimen aseguró que se  elabora un nuevo estatuto para elegir asambleístas, pero sin limitaciones.

Acudir a las instancias diplomáticas más inmediatas  fue lo que hizo ayer el Gobierno para contrarrestar el pedido que el pasado jueves presentó el Congreso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para que aplique a Ecuador la denominada Carta Democrática Interamericana.

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La jugada política del Legislativo llevó al régimen a convocar a los embajadores de los países que integran la OEA. Ellos se reunieron ayer con el presidente Alfredo Palacio, quien les ratificó que respetará el sistema constitucional vigente, así como a todas las instituciones democráticas.

Palacio explicó a los diplomáticos los pasos que ha dado desde el 20 de abril (cuando asumió el poder) para impulsar la reforma del Estado. La búsqueda de consensos con el Parlamento, la negativa de este a calificar reformas constitucionales de fondo y el rechazo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) al pedido de Asamblea Constituyente.

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En suma, la defensa del régimen giró en torno a cada una de las acciones que el Congreso y los partidos políticos representados en él y en el TSE han hecho o han dejado de hacer en los últimos seis meses.

El Gobierno además desvirtuó las acusaciones que los parlamentarios formulan en el sentido de que con la Constituyente, Palacio quiere desconocer al Congreso y prorrogar su mandato presidencial.

El gobernante descartó haber pensado en alguna actitud dictatorial e hizo énfasis en que la solicitud legislativa entregada a la OEA responde a una percepción equivocada.

Estos argumentos y otros de orden jurídico que respaldan la propuesta de una Constituyente iban a ser incluidos en una carta que el Gobierno pretendía enviar ayer a la OEA por medio de la Cancillería, dijo el secretario de Comunicación, José Toledo.

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Lo que quiere el Ejecutivo, según Toledo, es que  su mensaje de tranquilidad y respeto al sistema democrático se difunda a la comunidad internacional a través de los gobiernos que integran la OEA, cuyo representante en Ecuador, Carlos María Ocampo, estuvo presente en la reunión de ayer. Ocampo dijo  que informará al secretario de la OEA, José Miguel Insulza, sobre la situación del Ecuador.

En tanto, el Gobierno sigue buscando una fórmula legal para viabilizar la convocatoria a una Asamblea que realice la reforma política del Estado. Lo que demora esa decisión es la búsqueda de acuerdos con el Congreso, dijo Toledo, pues aseguró que  el régimen no quiere “tomar una decisión equivocada”.

Una de las bases para lograr ese acuerdo  ya habría sido definida y tiene que ver con el estatuto para elegir a los asambleístas. En él, según fuentes del Gobierno, ya no se incluirán prohibiciones ni limitaciones para la postulación de los candidatos y se garantizará la participación equitativa de todos los sectores.

Mientras, en una ceremonia por el 49º aniversario de las Fuerzas Especiales, en Latacunga, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, advirtió ayer que la época en que los políticos iban a golpear las puertas de los cuarteles ha sido superada y  existe una total unidad militar en el país.

Según informó Ecuavisa, el comandante del Ejército, Jorge Zurita, ratificó el respeto y lealtad de los mandos militares al orden democrático.