" El acné es una de las afecciones que más sufren los adolescentes. Aunque en general no es grave, los perjudica sicológicamente. Para contrarrestar los granitos y disminuir las cicatrices existen numerosos y modernos tratamientos. "

La mayoría de las investigaciones realizadas en todo el mundo coinciden en afirmar que aproximadamente un 80 por ciento de los adolescentes sufren de acné, más conocido como los molestos y antiestéticos granitos. Debido a que esta condición se da en el período de la vida en que chicos y chicas empiezan a mirarse y buscarse, la mayoría de los médicos considera que aunque no se trate de una patología grave, las consecuencias psicológicas pueden serlo.

Se trata de una condición que se puede dar en forma inflamatoria o no inflamatoria, que fastidia y martiriza porque suele aparecer durante toda la adolescencia, y que si no se encuentra el tratamiento correcto parece no tener fin. Incluso, hay quienes lo padecen en la vida adulta. Por eso es importante, aunque no se lo pueda prevenir, tomar todos los recaudos para disminuir su intensidad y controlar su aparición. Limpiar la piel con dedicación, no presionar ni rascar los granos y lesiones ya existentes, y mantener el pelo fuera de la cara, son algunos consejos de los dermatólogos para disminuir la sintomatología del acné.

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Una vez que aparece, los cuidados no sólo continúan sino que se duplican.

Lo primero es ir al dermatólogo, quien mejor diagnosticará el tipo de acné que se sufre y que por ello prescribirá el tratamiento más indicado. Lo importante, según la Asociación Americana de Dermatología (ADA, por sus siglas en inglés), es que quien se someta a un tratamiento para el acné sepa que el control de esta condición es un proceso y los resultados se ven a largo plazo.

Afortunadamente, cada año aparece un nuevo medicamento o tratamiento, y las variedades de cremas, lociones y tópicos aumentan en farmacias y supermercados.

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Los medicamentos tópicos, como los que contienen peróxido de benzoil, azufre o ácido salicílico, secan la grasa y promueven el desprendimiento de la piel. También se pueden indicar antibióticos, que ayudan a desbloquear los poros y eliminar las bacterias. eEstas pueden ser eliminadas también mediante oxigenoterapia y la aplicación de luz pulsada, un láser que según una investigación realizada en el hospital de Hammersmith de Londres reduciría considerablemente el acné facial inflamatorio moderado. sSegún la ADA, existen muchos otros tratamientos para realizar en el consultorio dermatológico.

Por ejemplo, la microdermoabrasión, que remueve las capas superiores de la piel, mejora las irregularidades y estimula la generación de piel nueva. O los peelings leves con ácido glicólico, que ayudan a desbloquear los poros y abren los puntos negros y los granitos. Y las inyecciones de corticosteroides, utilizadas para tratar los nódulos que se pueden formar en los casos más graves.

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También se realizan tratamientos con láser para eliminar las cicatrices de las lesiones.

Con esta tecnología se regenera la superficie, eliminando la capa superior de la piel que está dañada y tensando la capa media. Así lucirá más suave. Además, en todos los casos de acné se puede recurrir a la ozonoterapia, que es indolora y no agresiva, y tiene una acción bacteriana y antiséptica.