El liberalismo regresa actualmente al primer plano en los discursos y las políticas de la Unión Europea, cuyo modelo social se encuentra en plena crisis y que debería priorizar la protección de las personas y no tanto de los empleos existentes, según analistas.
"El no" a la Constitución Europea en los referendos holandés y francés detuvo por un tiempo la prioridad del liberalismo a fondo , pero la idea está regresando con fuerza", dijo el director del Observatorio Social Europeo, Philippe Pochet, antes de la cumbre informal de la UE del jueves en Hampton Court que analizará los desafíos de la globalización.
Según Pochet, este regreso del liberalismo se observa "en los discursos preparados para la cumbre informal sobre el modelo social", como el de la Comisión Europea, que afirma que el bloque no puede dar la espalda a la mundialización y debe modernizarse si quiere preservar sus valores.
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La avanzada liberal también se observa en las acciones: la Comisión retiró algunas directivas, como la que debía regular el tiempo de trabajo los fines de semana o el domingo, y toda la legislación europea será revisada en función de términos de "competitividad" y no por su aspectos sociales.
Para el director del Observatorio, con sede en Bruselas, el regreso del liberalismo se explica "por el hecho de que los gobiernos de derecha son ampliamente dominantes en Europa y hay un Parlamento Europeo y una Comisión que también están a la derecha".
"Además, se tiene la impresión de que los defensores del modelo social no tuvieron impacto. No hubo manifestaciones gigantescas en Bruselas ni surgió un líder político o coalición política con una visión social", agregó.
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Precisamente con relación al modelo social europeo, André Sapir, profesor de la Universidad Libre de Bruselas y miembro de BRUEGEL (laboratorio de ideas económicas situado en la capital europea), recordó que los países que mejor se ha adaptado a la globalización son aquellos que incluyeron ciertas políticas liberales en sus sistemas, como una mayor flexibilidad laboral.
"Los modelos sociales que funcionan bien hoy en día son aquellos que protegen a las personas y no los empleos existentes. Los países escandinavos tienen mercados de trabajo, de productos y de servicios extremadamente flexibles. Pero al mismo tiempo que liberalizaron, aplicaron sistemas de protección de los individuos", explicó.
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Sapir distingue en el seno de la ex UE a 15 miembros cuatro modelos: el "nórdico" (Escandinavia y Holanda), el "anglosajón (Irlanda y el Reino Unido), el "continental" (Alemania, Austria, Francia, Bélgica, Luxemburgo) y el "mediterráneo" (Grecia, Italia, España y Portugal).
Según este experto, "los nórdicos tienen una posición envidiable, con un modelo social que aporta al mismo tiempo eficacia y equidad, mientras que los mediterráneos viven en uno que no les da ni una cosa ni la otra".
Por otra parte, "los anglosajones tienen un modelo social eficaz pero que no es equitativo, mientras que los continentales tienen mucha más equidad pero menos eficacia".
Frente a este realidad, el desafío es saber cómo transformar los modelos continental o mediterráneo en nórdico o anglosajón, insistió Sapir, autor del documento "La globalización y la reforma de los modelos sociales europeos".
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"Claramente no quiero transmitir el mensaje de que, sobre cuatro modelos, dos van a desaparecer", continuó Sapir, advirtiendo sin embargo sobre el riesgo de "un debate populista, con repercusiones bastantes desagradables" ante la resistencia al cambio.