El Senado debatirá un proyecto de ley de inmigración a principios del próximo año, la cual no sólo abarcará la intensificación de las medidas de seguridad fronteriza sino también la inclusión de inmigrantes ilegales en el programa de trabajadores temporarios, afirmó este martes el líder de la mayoría republicana, Bill Frist.

El senador de Tenesí dijo que deseaba abordar la aplicación de leyes laborales con relación a los inmigrantes y el estatus de unos 12 millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos. Tiene la intención de que se traten estos asuntos en una ley de seguridad fronteriza.

Frist se presentó con los senadores republicanos, John McCain, de Arizona, y John Cornyn, de Texas, que han planteado medidas opuestas al tema de los inmigrantes ilegales y los programas de trabajadores migrantes.

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McCain y el senador demócrata Edward Kennedy, de Massachussetts, respaldan un proyecto de ley que permitiría que los inmigrantes indocumentados trabajen en Estados Unidos hasta seis años. Después de ese período, deben abandonar el país o iniciar el proceso para obtener la residencia permanente.

Entretanto, Cornyn y su colega republicano Jon Kyl, de Arizona, respaldan una propuesta que obliga a los trabajadores indocumentados a volver a sus países a solicitar su participación en programa de trabajadores temporarios.

McCain afirmó que existe un 90% de respaldo sobre los asuntos de inmigración. El 10% restante   es considerable, agregó, pero el pueblo estadounidense desea que esto se concrete.

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El presidente George W. Bush ha instado al Congreso a que tome acción sobre el programa de trabajadores temporarios y ha propuesto un plan que permitiría que los trabajadores indocumentados obtengan una visa de trabajo por tres año. Podrían renovarla por otros tres años, pero entonces tendrían que volver a su país por un año para solicitar un nuevo permiso de trabajo.

El presidente es vital en esto, destacó McCain. Entiende el asunto mejor que nadie debido a su experiencia como gobernador de Texas.

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Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes han señalado su respaldo por una medida más sistemática, que se centre en la seguridad fronteriza primero y que deje para después la difícil tarea de cómo organizar el programa de trabajadores temporarios.

La seguridad fronteriza tiene la prioridad en la ley para la seguridad interna del 2006, que el presidente firmó recientemente. Incluye la contratación de 1.000 nuevos agentes fronterizos, capacidad para otras 2.300 personas en los centros de detención, 250 investigadores, 100 agentes de inmigración y un número adicional de vehículo aéreos no tripulados.