A pesar de que el despacho de diésel en la terminal Tres Bocas, de Pascuales, aumentó 300.000 galones este fin de semana, la cantidad no fue suficiente para satisfacer la demanda de los usuarios, quienes volvieron a formar largas colas para abastecerse del producto.

Según un reporte de Teleamazonas, la entrega de combustible en varias gasolineras de la ciudad siguió siendo irregular, lo que ocasionó la molestia de muchos transportistas urbanos, que han reducido su tiempo de recorrido por tratar de ahorrar un poco de diésel.

Pero no solamente los transportistas muestran su preocupación, también los sectores productivos están siendo afectados por el desabastecimiento. Cesar Rohón, presidente de la Cámara de Pesquería, calificó como increíble que “se tenga que estar rogando de rodillas al Gobierno para que nos dé combustible”.

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Rohón mencionó que en los próximos días llegará al país la flota atunera, la cual necesitará dos millones de galones de diésel para volver a zarpar.

Los distribuidores, transportistas y representantes de los sectores productivos se reunirán esta semana para decidir si inician o no paralizaciones en protesta por la escasez de combustible que ya entró a su cuarta semana.