Banca mantiene una campaña a su favor para hacer frente al segundo debate en el  Congreso del proyecto de Ley sobre Créditos,  previsto para esta semana.

Un joven empresario habla de los servicios  que le da su banco para que su negocio funcione bien y de fondo se ven las máquinas y grandes tubos de hilos.

Esta propaganda comenzó a difundirse en televisión hace un par de semanas. Es una continuación de la campaña que emprendieron los bancos para hacer frente al proyecto de Ley de Rehabilitación de la Proyección. Comenzaron con la difusión  –en avisos pagados en la prensa– de  sus cifras de crecimiento de los créditos   al sector productivo, el número de personas que emplean (18 mil) y de los impuestos que pagan.

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El empresario que sale en pantalla no se identifica, pero se lo ubica en una industria de confecciones. La  Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE) no se siente identificada con ese comercial porque no son atendidos con crédito, dijo el presidente del gremio, Javier Díaz.

Pero tampoco concuerda con  el proyecto del diputado socialcristiano León Febres-Cordero, que pretende que la banca preste el 75% del dinero que capta (depósitos) a los sectores productivos, ante el riesgo de que luego la banca no pueda  responder a sus depositantes.

Su propuesta es que  haya una verdadera regulación en el cobro de las comisiones por parte de la Superintendencia de Bancos.

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Esta semana está previsto que dicho proyecto pase a un segundo y definitivo debate en el Congreso, después de que la comisión de lo Económico (encargada de los informes) escuchó los argumentos de las partes involucradas.

La oposición de la banca se sustenta en que la ley podrá causar una crisis peor que la de 1999 (cuando  cerró una decena de bancos). También desconfía de que el  directorio del Banco Central del Ecuador (BCE) asigne cupos para los créditos.
Teme a la politización de los miembros de esa directiva, que son designados entre el Ejecutivo y el Congreso, dijeron los representantes de los tres mayores bancos nacionales (Pichincha, Guayaquil  y Produbanco) en una comparecencia.

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El fondo de la propuesta de Febres-Cordero es que el sector productivo tenga crédito. En este punto, un reciente análisis técnico de la Superintendencia de Bancos da buenas referencias de la banca: “el crédito que los bancos privados destinan para el sector privado ha evolucionado favorablemente con posterioridad a la crisis financiera. Se estima que para el tercer o cuarto trimestre del 2005, el saldo de préstamo supere el máximo alcanzado (dos años) antes de la crisis. Esto es 5.038 millones de dólares”.

De ese informe se extrae que a junio pasado el crédito dirigido a las empresas privadas ascendió a 2.830 millones de dólares y a los hogares 2.014 millones (que también incluye el financiamiento a las personas naturales que destinan el dinero a la microempresa).

Para la producción (cartera comercial y microempresarial) fueron 2.980 millones de dólares), 2,3 veces más que los préstamos de consumo y 6 veces más que los créditos para la compra de viviendas.

Pero también se  detalla que el 79% de la cartera y contingente asignada a los sectores económicos a junio (6.088 millones de dólares), financió lo intransable: comercio y servicios. El 21% restante fue para la agricultura y manufactura, que es “lo que realmente sostiene a la economía, porque genera empleo”, dijo el representante de la industria textil.

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PROYECTOS

PLAN SOCIALCRISTIANO
El proyecto de Ley de Rehabilitación Productiva, impulsado por el diputado socialcristiano León Febres-Cordero,  fue presentado el 23 de noviembre del 2004. Los legisladores aprobaron esa propuesta, en primer debate, el 1 de septiembre pasado. Falta que se ratifique el proyecto en segundo debate, a base de un nuevo informe que  contendrá modificaciones sobre la fijación de las tasas de interés,  el porcentaje para asignar los créditos productivos y  el establecimiento de mecanismos para el acceso a microcréditos.

INICIATIVAS OLVIDADAS
Desde el 2001, hay otros proyectos de reactivación productiva que esperan ser incorporados para la discusión en el Congreso: uno para rehabilitar a los productores agrícolas pasó el primer debate  y cinco propuestas más de fomento y desarrollo productivo permanecen en borrador y no se ha iniciado la discusión entre los diputados.