Barrios enteros y poblados costeras del occidente de Cuba, incluida La Habana, quedaron cubiertos por el agua al paso devastador del huracán Wilma, que desató con las peores inundaciones de los últimos 12 años toda su furia contra la isla, en su ruta a La Florida.
Las penetraciones del mar anegaron extensas zonas dejando graves destrozos aunque sin que aún se reportaran víctimas, cuando Wilma, categoría tres en la escala Saffir-Simpson de cinco, pasó frente a las costas del noroeste de Cuba rumbo a los Cayos de La Florida, sur de Estados Unidos.
El panorama era desolador y la aguas seguían este lunes subiendo de nivel en algunas zonas de La Habana, azotada también con vientos de tormenta tropical y rachas que alcanzaron los 130 km por hora.
El pánico se apoderó de los habitantes de La Habana cuando vieron que al caer la noche del domingo las aguas del mar empezaron a desbordarse, inundando las calles y sus viviendas, arrastrando todo a su paso, en medio de la absoluta oscuridad pues la capital está sin electricidad.
"Tan pronto pase el peligro comenzará la recuperación. La tarea más compleja será enfrentar las penetraciones del mar", afirmó el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, tras una reunión la madrugada de este lunes con el alcalde de La Habana, Juan Contino.
Pero el peligro aún no cesaba. El jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba (IMC), José Rubiera, advirtió la madrugada de este lunes que "es una inundación de verdad fuerte y que va a continuar".
Fuertes inundaciones costeras se están produciendo en todo el litoral norte occidental, incluyendo el Malecón de La Habana, que estaba totalmente desbordado y las aguas entraron unos 800 metros inundando hoteles, centros comerciales y puestos de comida rápida.
Barrios como el Vedado, Miramar, Centro Habana, Santa Fe y Playa, así como comunidades costeras de Batabano y Guanimar estaban cubiertas de agua en La Habana.
En Pinar del Río, 15O km al oeste de La Habana, los mayores embates del poderoso ciclón los recibieron poblados costeros como San Juan y Martínez, y Santa Lucía y Arroyo de Mantua, el cual quedó convertido en un pueblo fantasma ante la masiva evacuación de sus habitantes.
Unas 640.0000 personas fueron evacuadas de zonas de riesgo principalmente en las provincias de Pinar del Río, conocida como la cuna del mejor tabaco del mundo, La Habana y Ciudad Habana.
"Esto ha sido horrible, hay árboles derribados y todo está inundado", dijo a la AFP una mujer de 32 años, con el agua a la rodilla en una calle del barrio de Miramar, en el sector este de la capital.
Con Wilma, que arrasó con la península mexicana de Yucatán, en el sur de México, donde dejó 12 muertes y grandes destrozos, Cuba revivió la pesadilla de hace 12 años.
"Esto solo es comparable con la tormenta del 14 de marzo de 1993", afirmó Rubiera, al referirse a la llamada "tormenta del siglo" cuando el fenómeno del Niño provocó grandes penetraciones del mar y causó serios destrozos en La Habana.
Rubiera, el meteorólogo más especializado de Cuba, señaló que las penetraciones del mar continuarían este lunes posiblemente hasta la madrugada del martes.
La noche del domingo, el presidente de Cuba, Fidel Castro, compareció ante la televisión local, junto a Rubiera, y el segundo jefe de la Defensa Civil, Luis Angel Macareño, para analizar la situación.
"Estamos preparados. Vamos a tener que estar evacuándonos constantemente. Estamos cercados de huracanes", afirmó Castro, al referirse también a la tormenta tropical Alpha que amenaza el extremo oriental de la isla con fuertes lluvias.