Han pasado algo más de seis meses desde la caída de Lucio Gutiérrez y es impresionante cómo las cosas se repiten con milimétrica exactitud. Nuevamente en radio La Luna se abren los micrófonos durante todo el día para que la gente tenga un medio de autoconvocarse en manifestaciones callejeras.

Y otra vez, los medios televisivos lucen desconectados, jugando al lado del establecimiento político y sin intentar percibir lo que se está cocinando en las calles. Luego del shock que significó el no haberse sintonizado con lo que sucedía en las calles (especialmente de Quito) en abril, hubo un intento de autocrítica. Eso ahora ha quedado en nada.

Basta con ver las coberturas del viernes. En ‘Televistazo’, ‘Noticiero Nacional’, ‘El Noticiero’ y ‘24 Horas’ se hizo todo para minimizar la manifestación a favor de la Asamblea Constituyente en las calles de Guayaquil. Se buscó y se encontró a funcionarios públicos que concurrieron al mitin. Se buscó y se encontró a gente que no sabía bien qué hacía en el acto. Al parecer había una consigna –probablemente no explícita pero sí en “el estado de ánimo” de los reporteros–, desprestigiar y deslegitimar un hecho social que pese a todo tuvo una dimensión por demás interesante: fue uno de los pocos actos políticos callejeros en la ciudad por fuera de la maquinaria del Partido Social Cristiano, las “fuerzas vivas”, el Municipio o el populismo.

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Y ni hablemos de las manifestaciones nocturnas en Quito. En la mayoría de canales ni se mencionó al llamado “trampazo” convocado por medio de radio La Luna bajo la consigna “ni un solo queso / para las ratas del Congreso”. En ‘24 Horas’, de Teleamazonas, se minimizó la convocatoria en la Shyris, al tiempo que Jorge Ortiz se pronunciaba en contra de una política ejercida desde las calles.
 
Las teclas políticas y las emocionales
Si bien los escenarios mediáticos-políticos se vuelven a reproducir casi con exactitud, las circunstancias no son las mismas. Si bien radio La Luna vuelve a convertirse en la tribuna para que los ciudadanos se expresen y se autoconvoquen de forma creativa, su papel no deja de ser cuestionado por alguna gente y en la jornada del viernes no faltaron llamadas muy críticas (incluso insultantes) en contra de Paco Velasco.

Por otro lado, la consigna primera (el respaldo a una Asamblea Constituyente) es un hecho político que exige un mayor nivel de conciencia, pero,  ¿cuántos de los llamados “forajidos” de abril lo han asumido así? Esa es la pregunta del millón que además despejaría la duda de si el derrocamiento de Gutiérrez fue un acto político mayor o para mucha gente no fue más que un hecho emocional, ejecutado por simple hartazgo.

Pero, mediáticamente no se deben tomar riesgos y también se deben pulsar las teclas emocionales. De ahí que cada vez toma más fuerza la segunda parte de la consigna propagada a través de la radio: que se vayan “las ratas” y “ratones” de la “partidocracia”.