Cambiar la identidad corporativa de una empresa no es una tarea sencilla. Realizar estudios de mercado y trabajar intensamente con el equipo que labora dentro de la compañía, son aspectos clave a la hora de apostar a una nueva imagen, para tener éxito.

“La sociedad actual se está volviendo mucho más cromática, gráfica, icónica y menos textual”, reflexiona Iván Sierra, director de la consultora Negocios & Estrategias, y ello implica que los patrones de comunicación se manejen así.

Se refiere a la tendencia de las empresas de  transformar sus nombres en íconos o logotipos, lo que según los profesionales del marketing, genera una mayor recordación en el público.

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“La saturación publicitaria es tan grande que los anunciantes tienen menos tiempo de exponer sus marcas o productos y de captar la atención de sus consumidores”, añade; de ahí que comunicar más con menos recursos, es una práctica común en el mundo empresarial.

Sierra pone como ejemplo a la marca de zapatos deportivos Nike, que hoy se identifica con un signo (un visto) y a Coca Cola.

Esta última es mundialmente conocida, pero “está migrando lentamente sin que nos percatemos. Está dejando de escribirse su nombre y solo nos muestra la forma de la botella”, destaca.

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En Ecuador, resalta Sierra, las personas de 0 a 34 años de edad comprenden el 67% de la población del país. Esto empuja a diseñadores, agencias y anunciantes, a esforzarse más en innovar.

“Los diseños originales de muchas empresas tienen entre 25 y 30 años de antigüedad, y sus primeros clientes, entre 50 y 60 años. Hay que hacer cosas a los gustos de las nuevas generaciones. Los menores de 35 años”, dice.