El regente forestal es el único supervisor que en la actualidad controla que la tala de madera cumpla con las normas y planes de manejo. Es un ingeniero forestal que tiene el aval del Ministerio de Ambiente pero que trabaja para la empresa que extrae la madera.

El personaje hace tres inspecciones, antes, durante y después de la tala. Verifica cuántos árboles se extraen por hectárea y si se cumplió con la proyección. “El compromiso es con quien paga y, sinceramente, el resto es cuento”, afirma Raúl Valencia, uno de los cinco regentes de San Lorenzo.

El regente cobra al maderero entre $ 0,70 y $ 1 por cada metro cúbico de madera extraída.