"La gripe aviar, que se contagia entre pájaros, patos y pollos, ya ha causado la muerte de seres humanos. Aunque no todos los subtipos de este virus son nocivos para las personas, uno es altamente peligroso. La falta de una vacuna preocupa a los especialistas."

Desde mediados de los años 90, cuando se empezaron a dar los primeros y aislados casos de gripe aviar, el mundo entero ha estado alerta y las cifras que estiman la cantidad de víctimas han comenzado a circular. Pero semanas atrás, ante la notificación de que hay cada vez más granjas con animales infectados y cada vez más víctimas humanas, la Organización Mundial de la Salud difundió la preocupante proyección de entre 2 y 7,4 millones de personas muertas si no se toman las medidas necesarias para evitar que la epidemia de gripe aviar se transmita fácilmente al hombre y se transforme en una pandemia.

Es que la gripe aviar es una enfermedad infecciosa de las aves, causada por varios subtipos de la cepa A del virus de la gripe, que puede, en alguna de sus formas, transmitirse a seres humanos.

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Los especialistas consideran que todas las aves son vulnerables a esta gripe. También han encontrado 15 subtipos del virus, uno ellos altamente nocivo. Se trata del H5N1, que muta rápidamente y que ya ha afectado y causado víctimas fatales en seres humanos. Estas han sido registradas en Vietnam, Camboya, Tailandia y otros países asiáticos. Según la OMS, hasta septiembre de este año 116 personas han contraído el virus y 60 de ellas han fallecido.

Aunque todavía se está trabajando en una vacuna que proteja a los seres humanos del mortal subtipo H5N1 de la gripe aviar -los ensayos clínicos finalizarán a fin de año-, existen tratamientos y medidas que ayudan a reducir el número de casos fatales.

Por eso los especialistas consideran que en la actualidad la principal medida de prevención está en el esfuerzo conjunto de todos los países para evitar que el número de aves ya infectadas siga aumentando y contagie a más seres humanos. Esto es fundamental porque con el paso del tiempo puede crecer el número de personas infectadas, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que el ser humano, cuando esté infectado simultáneamente por la gripe humana y la gripe aviar, empiece a contagiar a otras personas, marcando así el inicio de una pandemia de gripe.

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Así es que como medida principal, la OMS recomienda detener la propagación de la epidemia en las poblaciones de aves de corral, con el objetivo de reducir las posibilidades de que los seres humanos estén directamente expuestos al virus, que se puede transmitir por contacto con las aves y superficies infectadas con secreciones de estos animales. También se pueden utilizar las vacunas existentes contra la gripe humana, en un intento por reducir la cantidad de personas que contraigan las dos enfermedades, y dotar del uniforme profiláctico necesario a todas las personas que trabajen en este tipo de granjas. Además, se han establecido nuevas normas de bioseguridad y control de los movimientos de animales con el objetivo de mejorar la seguridad del comercio internacional de aves de corral y productos avícolas.