El Municipio de Guayaquil defiende la operación del sistema de transporte masivo, que entrará a funcionar en febrero próximo, y niega un aumento de la congestión vehicular en su trayecto.

El pasado jueves, en un reportaje que presentó este Diario, urbanistas y arquitectos señalaron este punto como uno de los impactos de la Metrovía, especialmente en las calles Chile y Eloy Alfaro, por la disminución de un carril.

Pero Guillermo Argüello, director de Ordenamiento Territorial del Cabildo, indica que  el destinar un carril exclusivo de las troncales disminuirá la congestión vehicular. Esto porque los buses solo irán por este tramo y dejarán los restantes para circulación.

Publicidad

Además, dice que no será un servicio para  el sector medio y alto sino el popular. Cita como ejemplo de ello que las rutas alimentadoras de las terminales El Guasmo y Bastión Popular recorrerán los Guasmos Norte, Central y Sur, Bastión Popular, Flor de Bastión y Paraíso de la Flor.

Aunque los arquitectos Patricia Sánchez y Octavio Villacreses coinciden en que los altos costos de operación harán que se requiera un subsidio, Argüello afirma que la Metrovía no los contempla. Y alega que los buses serán operados por  transportistas, con nuevas normas de organización.

“El sistema troncalizado, combinado con rutas de barrio o alimentadoras es una experiencia exitosa en Curitiba (Brasil) y recientemente en Bogotá (Transmilenio)”, dice.