Sólo 11 de los 25 estados miembros de la Unión Europea han presentado planes para crear empleos y estimular el crecimiento económico, a pesar del urgente llamado que hicieron los líderes del bloque para enfrentar los desafíos de la globalización.

Los planes son parte de la llamada Agenda Lisboa de reformas económicas, que fue relanzada en marzo cuando los líderes de la UE atenuaron su ambición de superar a Estados Unidos como la economía más dinámica hacia el 2010.

Los analistas son escépticos de su valor, señalando que aquellos gobiernos que presentaron los planes probablemente no realicen cambios radicales.

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Sólo nueve estados presentaron planes reformistas antes de  la fecha límite del 15 de octubre: Gran Bretaña, Finlandia, República Checa, Hungría, Italia, Eslovaquia, España, Holanda y Estonia.  

Un portavoz de la Comisión Europea dijo que dos países más habían presentado planes después del 15 de octubre, dejando a 14 estados por pronunciarse y provocando crecientes cuestionamientos respecto a la seriedad de toda la operación.

"Ellos no están haciendo planes para Bruselas, sino para complacer a su propio electorado. Toman lo que de todas formas planeaban hacer y lo hacen calzar con la Agenda Lisboa", dijo Daniel Gros, director del Centro de Estudios de Política Europea.

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Paul Hofheinz, presidente del Consejo de Lisboa, un comité de expertos de Bruselas, dijo que la implementación de la Agenda Lisboa no estaba funcionando a pesar de haber sido relanzada.

"Los países que no han dado un paso adelante muestran su falta de interés en modernizarse. La reforma y el empleo son todos temas claves que por definición son temas locales, y los gobiernos buscan que los votantes les den guías ante Bruselas", dijo Hofeinz. 

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La Comisión evaluará los planes en enero.

"A pesar de todo, vamos bien. Los estados miembros están entregando según lo prometido, por lo que no tenemos razones para ser pesimistas, pero tendremos que ver qué tan buenos y hasta qué punto son de calidad estos programas", dijo Gregor Kreuzhuber, portavoz de la Comisión.