Los blogs se han convertido en un nuevo fetiche comunicacional. El hecho de que cientos de miles, probablemente millones de personas sean periodistas, escritores, fotógrafos y expresen lo que quieran es un fenómeno de comunicación social con potenciales revolucionarios.

Los más entusiastas ven en los blogs la posibilidad de un ejercicio cotidiano de un “periodismo ciudadano” que puede actuar en dos sentidos: como alternativa a los medios de comunicación tradicionales o como una fuente de información primaria y/o complementaria para esos medios.

He querido salirme por un instante del mundo televisivo que es el tema central de esta columna, porque estuve navegando por el universo blog y llegué a “ALT1040”, una bitácora méxico-española-puertorriqueña acerca de actualidad, tecnología y cultura. Allí se debatía sobre un artículo que apareció aquí, “Tecnología: la última rueda del coche”, en el cual se analizó la nula cobertura mediática a la visita del presidente de Intel.

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El editor de “ALT1040” comenta el artículo de esta forma: “Aunque es cierto que la televisión del país sudamericano es, por no ser muy drástico, sensacionalista, también es cierto que vivimos en una época en donde el periodismo ciudadano sí puede hacer una diferencia. Entonces: quejarse de que la televisión no cubrió el evento es el primer paso, realizar la cobertura que a ellos no les da la gana hacer sería el siguiente. Los medios son impulsados por la sociedad: si ellos demandan los medios ceden. Hasta que la sociedad civil no cambie su actitud seguirán siendo tercermundistas”.

¿Periodismo ciudadano? ¿Están cumpliendo o siquiera acercándose los blogs ecuatorianos a esa función? La mayoría de veces, no. Aún estamos en lo que el periodista español Arcadi Espada (quien mantiene su propio blog de análisis mediático, www.arcadiespasa.com) describe como “el subjetivismo como enfermedad infantil del blogismo”.

Los ciudadanos tienen a su alcance una herramienta con un potencial enorme, pero es como si no supieran qué hacer con ella. Así, para muchos el blog es una especie de diario adolescente y para otros la forma de “vacilarse” entre amigos. La falta de un mínimo de rigor se  extraña: En un blog donde se hace análisis político y mediático se afirma que las caricaturas de Bonil ya no aparecen en EL UNIVERSO desde el pasado 26 de septiembre.

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Supongo que  en el futuro el blogismo  alcanzará tal dimensión que en la escuela primaria se  enseñarán géneros y técnicas periodísticas. ¿Y los periodistas? Bueno, hay una cuestión esencial: los medios son creaciones intelectuales colectivas, el blog es un hecho individual. Es decir, pueden caminar juntos pero en andariveles separados.