El Comité de Calificación y los veedores nacionales reaccionaron con cautela ante  la decisión del presidente de la República, Alfredo Palacio, que resolvió que sea la Asamblea Constituyente la que defina la suerte de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), que será electa hasta la primera quincena de noviembre.

Ambos organismos coinciden en que se debe esperar el pronunciamiento de la Constituyente, en el caso de que se instale, pero advierten que será su responsabilidad reconocer o no el proceso que están llevando adelante.

Según el texto enviado por el Ejecutivo al Tribunal Supremo Electoral (TSE), la Constituyente será la encargada de resolver lo que estime apropiado respecto de la integración de la CSJ.

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El presidente del Comité, Carlos Estarellas, indicó que los miembros del organismo esperan que la Asamblea, cuando llegue el momento de decidir, se dé cuenta de la transparencia y del avance constitucional en materia de derechos humanos que ha tenido el Comité  al escoger a los nuevos jueces.

Por ello, dijo, no descarta la posibilidad de que la Asamblea incluya una norma  que legitime su trabajo; caso contrario, indicó, será responsabilidad de la Asamblea.

Igual criterio mantiene el miembro del Comité, Rosendo López, quien afirmó que en el caso de que la Asamblea no legitime el trabajo de selección de los nuevos jueces, la imagen del Ecuador podría deteriorarse en el exterior, pues no habría seguridad jurídica frente a un proceso inédito.

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“Soy optimista y creo que tendrá el aval de los organismos que sean necesarios”. A su juicio, lo correcto y lo lógico sería que la nueva Corte sea legitimada por la Asamblea, aunque espera que el tema se clarifique, para ver en qué situación se encuentra el trabajo del Comité.

Mientras, las veedurías nacionales interpretan la propuesta del Presidente como un espaldarazo a favor del Comité, ello porque no dejó a cargo de la Asamblea la suerte de la nueva Corte, sino más bien la ratificación de ese proceso, por la transparencia en la que se ha manejado.