A diez días del terremoto en la región de Cachemira (entre India y Pakistán), las Naciones Unidas estima que unos 500.000 damnificados aún no han recibido ayuda y más de tres millones quedaron sin vivienda.

Además, el invierno y la falta de atención médica podrían causar otra ola de muerte en la región, donde 54.000 personas murieron.