Durante el ataque, su esposo resultó herido y perdió el brazo derecho. Sus dos hijas también recibieron disparos.

Carlos Guayasamín Moreno, de 30 años, nunca imaginó que una tarde de paseo familiar se convertiría, horas después, en una noche de tragedia y de dolor, en la que además de perder a su esposa, sufrió la amputación del brazo derecho.

En un atentado perpetrado, el pasado miércoles, en el cantón Palenque, provincia de Los Ríos, Guayasamín fue abaleado junto a su esposa, Lorena García Cedeño, de 21 años, y a sus dos hijas, Belén y Thalía, de 2 y 4 años.

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Aquel día, Guayasamín había decidido pasar fuera de su domicilio, ubicado en el recinto Las Cañitas de ese cantón, y junto a su familia dar un paseo en moto por Palenque. “Ellos pasaron el día juntos, estaban felices”, dijo ayer María Moreno, madre del joven.

A las 19h00, Guayasmín decidió retornar hasta su humilde vivienda, pero en el trayecto, según indicó su progenitora, él iba conversando con su esposa sobre el buen momento que habían pasado y al llegar hasta el sector conocido como Guabal, de entre los matorrales salió un grupo de sujetos con escopetas, quienes dispararon a quemarropa a todos los miembros de la familia. “Esos malditos quisieron matarlos a todos, les dispararon sin compasión y ni siquiera les importó que iban con dos niñas”, señaló la mujer.

Luego del incidente, los cuerpos de las dos niñas y de la conviviente quedaron en la calzada, y mientras los delincuentes  huían, Johnson buscaba ayuda. “Él estaba mal herido y corrió en busca de ayuda para su familia”, comentó Virgilio García, suegro de Guayasamín y padre de la fallecida. Familiares de los abaleados desconocen los motivos del atentado, pero descartaron que haya sido por asaltar a las víctimas “porque no les robaron nada, todo estaba ahí, lo poco que tenían y hasta la moto. A lo mejor se equivocaron de personas”, acotó la mujer.

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Los esposos recibieron impactos de perdigones y fueron llevados de emergencia hasta un hospital de Palenque, pero debido a la gravedad de las heridas, los galenos trasladaron a las niñas hasta el Roberto Gilbert y a sus padres hasta la emergencia del Luis Vernaza, ambos de Guayaquil.

Lorena García falleció, la mañana de ayer, luego de agonizar durante cuatro días, ya que  su cuerpo presentaba más de 30 perdigones.

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Las dos pequeñas iban a ser dadas de alta entre la mañana y tarde de hoy, mientras su padre, a quien le amputaron el brazo derecho, se debate entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos del Luis Vernaza. “Él está muy mal y ya no tenemos dinero para comprar sus medicinas y aún le faltan operaciones, repetía la progenitora”.

Quienes deseen colaborar pueden llamar al 097-129605