Lewis Scooter Libby, el jefe de gabinete del vicepresidente estadounidense Dick Cheney, fue identificado ayer como una de las fuentes en la divulgación a la prensa de la identidad de una agente secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, siglas en inglés).

Judith Miller, una periodista del diario The New York Times que pasó casi tres meses encarcelada por haberse negado inicialmente a revelar su fuente, identificó ayer a Libby, pero resaltó que no fue él quien le dio el nombre del agente.

Esta revelación es el último hecho de un caso que incomodó al gobierno del presidente republicano George W. Bush y que es objeto de una investigación por parte de un fiscal federal independiente.

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El fiscal Patrick Fitzgerald intenta desde hace dos años saber quién en el gobierno de Bush reveló a la prensa la identidad de la agente de la CIA, Valerie Plame. En EE.UU. hacer pública la identidad de un agente secreto de la CIA es considerado crimen federal.

Plame es la esposa de un ex embajador estadounidense, Joseph Wilson, que, en julio del 2003, acusó al gobierno de haber exagerado la amenaza representada por Iraq para justificar la guerra contra ese país árabe.