Testigos de Cristo y artífices del mundo nuevo iniciado por él

1.- El mensaje de la Palabra de Dios
El cristiano, en cuyo rostro está grabada la imagen de Dios, no puede colocar al César a la altura de Dios, su único Señor.

Aceptar a Jesús y comprometerse en favor del Reino no eliminan nuestras responsabilidades cívicas y sociales.

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“Damos a Dios lo que es de Dios” asumiendo la tarea de construir el Reino de Dios, según el proyecto de Jesús, como un mundo nuevo, justo, solidario y fraterno.

2.-¿Qué compromiso nos pide el Señor?
Manifestar nuestra entrega a Dios, en la entrega y el servicio eficiente a los demás.
La respuesta de Jesús no significa neutralidad ante los problemas que plantea la sociedad: la construcción del Reino implica responsabilidades y toma de decisiones.
El creyente no puede separar la fe del compromiso humano y político, sino que debe iluminarlo y someterlo a los intereses del Reino, para que el bien común sea para todos, superando los intereses de grupo.

La tarea específica de los laicos “es el testimonio de una vida intachable en el mundo, en el trabajo y en la vida social, y el compromiso de impregnar con espíritu cristiano el pensamiento y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en la que vivimos” (Juan P. II a los obispos del Ecuador).

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“Dar al César lo que es del César” es asumir las tareas sociales y políticas con responsabilidad, como una exigencia de fe.

El mundo es el escenario de nuestro compromiso y de nuestro quehacer social y político. Dar testimonio en el mundo es ser luz, iluminar con los valores del Evangelio.
El testimonio no se dice: se vive, se hace. El testimonio se impone por sí mismo.

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3.- ¿Cuál es mi respuesta, hoy?
“Dar a Dios lo que es de Dios" es vivir con seriedad el estilo de vida propuesto por Jesús. Señala formas concretas.

“Doy al César lo que es del César" si me involucro en los proyectos comunitarios de mi barrio y en la política nacional.

Leer detenidamente lo que dice el Papa y comentarlo con los compañeros para llegar a algún compromiso concreto.

EVANGELIO

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Lectura del Santo Evangelio, según san Mateo
En aquel tiempo se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo.

Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran: “Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con la verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?”.

Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó: "Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo”. Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó: “¿De quién es esta imagen y esta inscripción?”. Le respondieron: “Del César”. Y Jesús concluyó: “Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

Palabra del Señor
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.