La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, fracasó este sábado en su intento por obtener el apoyo de Rusia para remitir a Irán al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, si la república islámica se niega a reanudar las conversaciones sobre su supuesto programa nuclear.

Pero Rice dijo que Washington todavía esperaba poder remitir a Irán al Consejo de Seguridad "en el momento en que nosotros decidamos", si los esfuerzos diplomáticos fallaran.

La secretaria estadounidense viajó a Moscú en un sorpresivo viaje para presionar al presidente Vladimir Putin para que se comprometa a apoyar la acusación de Irán ante el Consejo de Seguridad, que podría aplicarle sanciones, si Irán continúa desafiando a Occidente, dijeron diplomáticos.
 
Pero con Rusia reticente a tomar medidas punitivas contra un país con el cual mantiene fuertes lazos comerciales, Putin se mantuvo imperturbable y reafirmó la posición rusa de que la agencia de control nuclear de Naciones Unidas (IAEA, por sus sigla en inglés) lidie con Irán.
 
Rice reconoció que Putin no cambió de idea y decidió aceptar el compromiso de Moscú para trabajar en persuadir a Irán de volver al diálogo con la Unión Europea para detener su programa.
 
"Está bien, eso es lo que pueden hacer en este punto y espero que puedan tener éxito", dijo Rice a los periodistas tras las conversaciones.
 
"Los rusos prefieren permitir las negociaciones y las discusiones con los iraníes para avanzar (...) Sin que ellos insinúen que hay un tiempo específico (para la remisión)".
 
Sin embargo, más tarde dijo al canal de televisión británico BBC que todavía espera asegurar la remisión de Irán al Consejo de Seguridad si la diplomacia falla.
 
"Estoy bastante segura que cuando llegue la hora habrá una remisión. Pero nuestra esperanza es que Irán tome ventaja de este período de tiempo para negociar una solución razonable", dijo en una entrevista después de llegar a Londres.
 
"La remisión (de Irán) sucederá en el momento en que nosotros escojamos, cuando la diplomacia haya hecho lo suyo".   
 
Cortejando a Rusia
 
Washington ganó un voto el mes pasado en la Agencia Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas, de 35 miembros, amenzando a Irán con enviarlo al Consejo. Pero Rusia se abstuvo, no se fijó ninguna fecha y no se sabe cuánta voluntad internacional existe para remitir este caso.
 
Rusia fue el segundo de tres países con veto en el Consejo de Seguridad, donde Rice mantuvo conversaciones durante tres días en un esfuerzo por conseguir apoyo contra Irán, antes de la nueva votación el mes próximo.
 
Rice cortejó a Putin al interrumpir un viaje previamente programado a Francia y Gran Bretaña, en un gesto que apuntó al sentimiento de orgullo de Rusia y reflejó la creciente conciencia de Washington de la necesidad de su ayuda en el caso de Irán.
 
Pero el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que la IAEA, que ha investigado los programas iraníes por casi tres años, debería realizar una inspección a sus emplazamientos nucleares.
 
"Nosotros pensamos que la situación actual nos permite trabajar activamente con Irán a través de la IAEA", dijo Lavrov junto a Rice. "Nosotros no vemos motivos para pasar esto a otros organismos".
 
Frenar los programas nucleares de Teherán es una de las prioridades de la política exterior de Rice, debido al temor estadounidense a que una bomba atómica iraní amenace a los aliados de Estados Unidos en Oriente Medio.
 
Irán niega los cargos estadounidenses de querer construir bombas atómicas y dice que los programas están destinados a la generación pacífica de electricidad.