“Las casas tiemblan todo el día” fueron las palabras de Lucía Leyto, dueña de una de las doce viviendas afectadas, quien se encuentra preocupada por la posibilidad de que su casa se destruya.

Moradores de estas viviendas ubicadas a orillas del estero Salado temen que sus casas colapsen en cualquier momento por  las excavaciones que Interagua realiza en el sector.

Los ciudadanos aseguran que sus casas, construidas con caña y madera, no son estables y podrían ser vulnerables al movimiento que genera la maquinaria pesada utilizada por la concesionaria en la  construcción de un ducto-cajón para las aguas lluvias.

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Estos trabajos están siendo ejecutados en el sector desde hace un mes y medio y culminarán en 3 o 4 meses.

Lucía Leyto, así como los demás moradores responsabilizan a Interagua ya que aseguran que han hablado con ellos desde que se iniciaron los trabajos, pero no han recibido respuesta.

Ayer, el piso de la casa de Juana Solórzano se vio afectado por la remoción de la tierra: el piso de su sala y el que está frente a su puerta quedaron cuarteados.

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Interagua
Roosevelt Feijó, ingeniero del departamento de Seguridad Industrial de Interagua, niega que el problema sea por los trabajos que realizan; sin embargo, ordenó paralizar las obras hasta solucionar lo ocurrido.

Feijó aseguró que se  colocará una pared de hormigón, además que se facilitaría el material para reemplazar las estructuras afectadas. “Se va a poner una pared, un entibo metálico y hormigón en el piso. Todo el día lo vamos a dedicar a eso”.

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Indicó también que el piso y el muro que se cuartearon, se  rellenarán de cemento. “Al sector se le va a hacer un camino peatonal, todo el personal está trabajando en eso”, concluyó Feijó.