El gobernador del estado Amazonas en Venezuela, Liborio Guarulla, emitió el viernes el decreto oficial que ordena la expulsión de esa zona del grupo estadounidense de misioneros Nuevas Tribus.
 
Guarulla explicó a periodistas que la medida pretende hacer valer el derecho de los indígenas residentes en esa región, ubicada a 660 kilómetros al sur de la capital, a quienes se les considera patrimonio regional y nacional.
  
El funcionario seguró estar dispuesto a trasladarse hasta la comunidades indígenas, pertenecientes a la etnia Yekuana, para convecer a los misioneros de salir sin tener que utilizar la fuerza.
  
Horas antes el vicepresidente José Vicente Rangel dijo que Venezuela no podía aceptar enclaves en su territorio al defender la medida anunciada por el gobierno de expulsar al grupo de misioneros.
  
Rangel aseguró que Nuevas Tribus operaba aproximadamente 29 aeropuertos, realizaba investigaciones mineras y extraía material estratégico del país.
    
Entonces Venezuela tiene derecho a reaccionar agregó Rangel en declaraciones a la estatal Venezolana de Televisión.
  
Además destacó que Estados Unidos no debería interferir con la determinación al señalar que se trató de una decisión de soberanía del Estado venezolano.
  
Nuevas Tribus tiene su sede en Estados Unidos y desde hace varias décadas se dedicaba a la evangelización de tribus indígenas en el sur de Venezuela.
  
El 12 de octubre el presidente Hugo Chávez anunció la expulsión irrevocable del grupo de misioneros a los que acusó de ser infiltrados imperialistas y estar vinculados con la CIA, la central de inteligencia estadounidense.
  
No obstante el embajador de Estados Unidos en Caracas William Brownfield negó los vínculos entre las Nuevas Tribus y la CIA.

Eso lo puedo negar categóricamente, dijo Brownfield a periodistas al añadir que mantiene esperanzas de un diálogo entre los misioneros y el gobierno para resolver las diferencias o las discrepancias.
  
Aseguró que es necesario pensar en el bienestar de las comunidades indígenas y reconoció que ha tenido conversaciones indirectas con representantes gubernamentales.
    
Al final de todo sin duda es derecho soberano del gobierno venezolano decidir cuáles personas extranjeras pueden quedarse en el país y cuáles no, pero yo creo que el diálogo siempre es mejor, apuntó.