Las alcaldías de Cuenca y Paute crearon un Frente de Defensa del cerro Tamuga para impedir la explotación por parte de Aurelio Bravo.

“Las consecuencias serían catastróficas si no se ejerciera control a la actividad minera”, aseguró Irene Pesántez, presidenta del Consejo de Programación de Obras Emergentes (Copoe).

Pesántez dijo que aunque exista una concesión otorgada por la Dirección de Minería, el sentido común frente al riesgo que implica explotar áridos en la zona debe ser suficiente para evitar una nueva tragedia.

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Aclaró que los trabajos de las entidades encargadas de la estabilización, no son actividad minera pues realizan terrazas para el apuntalamiento. Pero es imposible de lograrlo con la explotación de la compañía Rocka Azul.