La Iglesia no autorizará la comunión para los católicos divorciados que se vuelven a casar, según la mayoría de los obispos reunidos en el Vaticano para el Sínodo, entre los cuales el obispo de Guadalajara, México.
“Lo que Dios une, el hombre no lo puede deshacer”, declaró ayer el cardenal mexicano Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara.
La situación de los divorciados que se vuelven a casar, de los concubinos y de los bautizados unidos civilmente forma parte de las 17 preguntas que serán sometidas a examen a los obispos en el Sínodo. Otros temas que serán examinados son la introducción de cambios de la liturgia de la misa dominical y la Eucaristía para enfermos mentales.