Quienes habitan cerca de las barcazas Power Barge I y Victoria II en el sector de la isla Trinitaria, aledaño a Fertisa, aseguran que los residuos que emanan las maquinarias provocan enfermedades.

Sostienen que el caso más crítico es el de Power Barge I, de la empresa brasileña Ulysseas Inc., pues -según dicen- es la que expulsa más hollín  por la vetustez de sus maquinarias (60 años). 

“Ya se ha hablado con ellos y hemos protestado, pero ofrecen beneficios a los moradores para que nos callemos”, comenta Carmen Chang, residente de la cooperativa Santiaguito de Roldós.

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Teresa Vera y Martha Hernández señalan que la compañía reparte útiles, juguetes y materiales de construcción para el arreglo de algunas calles. “Es su forma de convencer, por qué mejor no dan pastillas para la garganta”, dice Vera. 

El gerente de Operaciones y Mantenimiento de Ulysseas Inc., Jacinto Flor, niega que la embarcación provoque daños en la salud. Afirma que las obras que la empresa ha realizado en el sector obedecen a  un acta de compromiso suscrita con el Municipio para ayudar a la comunidad. “No es obligación ni es a cambio de estar aquí, queremos hacerlo”, insistió.

Y entrega cifras. Solo en la última fiesta de navidad que organizó Ulysseas Inc. en la zona se destinaron  $ 3.303. En otras labores, como entrega de materiales,  se ha gastado más de $ 16 mil, según los documentos que muestra Flor.

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Aunque en el acuerdo con el cabildo solo estipula  que Ulysseas Inc. ayudará  al sector aledaño a la Power Barge I, es decir, la Trinitaria, la compañía también ofrece beneficios  en Puerto Hondo, donde  su otra barcaza, la Power Barge II, espera los permisos para funcionar desde abril pasado.

Flor lo reconoce. “No compramos conciencias. Hay gente que también quiere sacar provecho”. Añade que la ayuda ofrecida en Puerto Hondo  no busca que la comuna respalde la operación de la nave. El alcalde Jaime Nebot negó ya la autorización para que la embarcación funcione allí. 

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“Esperaremos hasta el final, llegará un momento en que el país va a necesitar que funcionemos”, enfatizó Flor, quien añadió que su empresa ha invertido $ 3 millones en la construcción de un muelle en Puerto Hondo para la  Power Barge II.

“Sería una gran pérdida que no se nos deje (funcionar)”. Según afirma, la compañía pierde  $ 50 mil diarios por tener la barcaza paralizada. “Vamos a insistir”, dijo.