Las autoridades turcas instaron a la calma después de confirmarse este jueves la presencia en Turquía del peligroso virus de la  gripe aviaria H5N1 pues, según éstas, está circunscrito al noroeste del país.
  
Para el ministro de Salud Recep Akdag no hay razón para que cunda el pánico  tras la confirmación, por los análisis realizados en Gran Bretaña, de la  presencia en Turquía del virus H5N1, que ha matado a cerca de 60 personas en  Asia desde finales del 2003.
  
"Naturalmente, nuestro país debe ser prudente y estar preparado (para una  posible pandemia), pero por el momento no hay nada", precisó.
  
"Nuestra estupefacción es grande", dijo a la prensa el director de los  servicios de salud básica, Turan Buzgan, exhortando a los turcos que no se  dejen invadir por el pánico y no se precipiten a comprar antigripales, en  particular el Tamiflu, el único medicamento eficaz para luchar contra la gripe  del pollo.
  
"No hay motivo para alarmarse ni preocuparse", dijo, indicando que hasta  ahora nadie ha contraído la enfermedad en Turquía ni se ha previsto una campaña  de vacunación masiva.
  
"Con excepción de las personas a riesgo -los ancianos y enfermos- no  serviría para nada", explicó, antes de estimar en 60.000 las reservas de este  medicamento.
  
Ocho personas que se encontraban en la zona infectada reciben tratamiento,  según las autoridades.
  
Una de ellas, el propietario de la granja de patos de Kiziksa (noroeste)  donde se detectó el viernes pasado la enfermedad, dice que está "preocupado"  por su enfermedad.
  
"Claro que estoy preocupado. No sólo por mi salud, sino por la de los  otros", dijo al ser interrogado por la AFP por telefóno.
  
Las autoridades han procedido al sacrificio de unos 8.500 animales -pollos,  pavos, ocas, palomas y patos - según un responsable del ministerio de  Agricultura, Beytula Okay, mientras que el lugar donde ha surgido el brote ha  sido desinfectado y está sometido a cuarentena.
  
Esta debe prevalecer al menos 21 días, en principio, hasta el 29 de  octubre.
  
Las autoridades de Ankara sospechan que los agentes transmisores del virus  se encuentran en una reserva natural de aves, la mayoría migratorias  procedentes de Africa, situada en Manyas, cerca de Kiziksa.
  
El ministro del Medio Ambiente y de Bosques, Osman Pepe, ha convocado una  reunión de urgencia para el viernes en la que se podría prohibir la caza en  todo el territorio turco.
  
El consumo de carne avícola se ha reducido drásticamente desde la aparición  de la gripe.