La ayuda internacional comenzó a llegar ayer a Guatemala para los 205.000 damnificados por las inundaciones y deslaves registrados desde el pasado 1 de octubre, con saldo de 2.000 muertos.

Aeronaves extranjeras cargadas con alimentos, medicinas, agua, artículos de  limpieza personal y frazadas comenzaron a aterrizar en una Base de la Fuerza Aérea guatemalteca para luego ser llevadas a  cientos de comunidades que fueron afectadas.

Aviones militares con socorristas y ayuda humanitaria  llegaron de Venezuela y España, al igual que médicos de una brigada internacional que organizó el presidente cubano Fidel Castro para casos de desastre. Canadá y la Unión Europea donaron recursos al igual que EE.UU., que además envió helicópteros.

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Las organizaciones de socorro suspendieron la búsqueda de cadáveres en el pueblo de Panabaj, cuyos 1.400 pobladores están enterrados por un deslave, al que piden declarar camposanto, pero con picos, palas y azadones, los moradores persisten en cavar en medio de toneladas de lodo que ya se empieza a endurecer, para buscar los restos de desaparecidos y darles sepultura como exige la tradición indígena maya.