Miles de colombianos salieron ayer a las calles de las principales ciudades de Colombia para desafiar la popularidad del 70% que  las encuestas otorgan al presidente Álvaro Uribe, en una masiva protesta contra la política social y económica del mandatario y su posible reelección.

El lunes se realizó una marcha indígena que dejó dos nativos muertos.

Mientras, la policía colombiana presentó ayer un arsenal hallado en una casa del centro de Bogotá que, según afirmó, era  parte de un plan para atentar contra la Casa de Nariño, sede presidencial.