Mientras que la comisión designada por la Dirección Provincial de Educación aún no inicia las investigaciones sobre las irregularidades denunciadas en el colegio Camilio Destruge, las clases siguen paralizadas indefinidamente en este centro educativo, ubicado en Argentina entre la novena y la décima.

Las instalaciones de este centro de estudios llevan diez días tomadas por grupos de estudiantes y padres de familia que reclaman la destitución definitiva del maestro de Música, Eduardo Vargas, a quien acusan supuestamente de querer cobrar su sueldo, pese a que -según dicen- no ha trabajado durante 2 años.

La mañana de ayer cerca de treinta estudiantes se encontraban en el pasillo principal del colegio viendo televisión o conversando, mientras que un grupo de madres de familia preparaba el almuerzo.

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“Queremos que se vaya (Vargas), porque estamos conscientes de que los chicos pierden clases”, indicó Gloria Álvarez, una madre de familia.

Luz María de Vera, orientadora del plantel, indicó que Vargas ha influenciado negativamente en los alumnos para que estén en contra del rector, César Burgos, quien lo denunció el año pasado en la Dirección Provincial de Educación.

Johnny Rodríguez, director provincial de Educación, indicó que recién la semana pasada designó una comisión, formada por los supervisores Mari Maugé, Virgilo Perasso y César Olivo, quienes en los próximos días irán al colegio para receptar todas las denuncias de irregularidades, que serán verificadas para adoptar una resolución.

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Dijo que se trata de una pugna entre dos grupos, el de Vargas y el del Rector, quienes enfrentan un proceso judicial que escapa de su competencia.