Vecinos y amigos de las víctimas aseguraron que el móvil del crimen habría sido causado por celos.

Una madre y su hija de 7 años fueron asesinadas la noche del pasado sábado, por un sujeto que además hirió a otra hija de la víctima, a la que frecuentaba su casa ubicada en un barrio popular del cantón Milagro (Guayas).

Aún afectada por el ataque de nervios y descontrolada por la ansiedad, María Sánchez, de 78 años, madre y abuela de las fallecidas: Rosa Ercilia Calva, de 40 y Hellen Upaya, de 7, permanecía sentada en la sala de su hogar frente a los dos féretros.

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La desconsolada mujer no podía pronunciar palabras sobre lo ocurrido aquella noche, solamente repetía con insistencia: “Dios mío por qué tuvieron que matar a mi hija; no  entiendo por qué  pasó esto”.

Aseguró desconocer los motivos por los que sus familiares fueron asesinadas. “No sé qué pasó, yo me enteré recién ayer (domingo), ella estaba separada de su esposo desde hace tres meses, él se fue y nunca más se supo de su paradero”.

En la pequeña vivienda de madera, ubicada en el barrio   Cien Camas, donde habitaban Rosa, junto a sus tres pequeñas hijas, Katty, de 11, Hellen, de 7 y Betsy Upaya de 8, aún se encontraban las rastros del violento asesinato.

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Vecinos del sector, que por seguridad prefirieron guardar sus identidades, manifestaron que a las 18h00 de aquel sábado escucharon una discusión entre Calva y un sujeto a quien identificaron como el Charrasqueado. “Estaban gritando y se escuchaban insultos y reclamos de pareja”, dijo un morador.

Ante la discusión, los moradores  dijeron no haberse sorprendido porque “casi siempre había peleas en esa casa, esa pareja peleaba mucho, pero nunca nos íbamos a imaginar lo peor”.

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A las 23h00 todo se había calmado. “Ya no escuchamos nada y creímos que ya se habían ido a descansar”.

No obstante, a la mañana siguiente, cuando Katty Upaya salió de su hogar gravemente herida, los vecinos se percataron de lo que había ocurrido en el interior de la vivienda.

“La niña gritaba que la auxilien porque estaba herida y habían asesinado a su mamá y hermana”, dijo una moradora, quien aseguró que tras ingresar a la vivienda encontraron  los cuerpos con varias puñaladas.

“La niña dijo que el Charrasqueado las había apuñaleado mientras dormían y que ella se había salvado porque el sujeto pensó que ya estaba muerta”, comentó un morador.

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La niña herida fue trasladada hasta el hospital Roberto Gilbert Elizalde, de Guayaquil, donde se recupera de las heridas de arma blanca, mientras que su hermana, Betsy, quien sufre de parálisis cerebral, resultó ilesa.

El teniente del destacamento de Milagro, Tonny Realpe, manifestó que la Policía está tras la pista del supuesto agresor y que por motivos de investigaciones no podía revelar su identidad.

Familiares de las víctimas manifestaron que el supuesto asesino habría estado pretendiendo a Rosa Calva, pero como esta no lo tomaba en cuenta, él decidió acosarla todos los días. “Nosotros nunca supimos si estaban conviviendo”, dijo Consuelo Calva.

La mujer solicitó ayuda económica para poder mantener a la menor que sufre de parálisis. “Somos pobres, por favor ayúdennos”.  Quienes deseen   colaborar con  la familia Calva Sánchez pueden llamar al 094889321.