Los empleados de la  Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado (ENFE) se oponen a la  liquidación de la compañía, ante la ley de creación de la nueva Empresa de Ferrocarrilles del Ecuador (EFE).

Pablo Fernández, gerente de la ENFE, consideró que esto no es necesario, porque a más de afectar a los intereses del Estado también perturbará los trabajos realizados en los últimos meses.

Agregó que al operar el cierre se darían los despidos intempestivos, sin la existencia de recursos para las liquidaciones. Además se puede paralizar el servicio y de esta manera se cortará la rehabilitación del sistema ferroviario.

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El directivo sostuvo que no es necesario entrar en  liquidación, porque el objetivo entre la antigua ENFE y la actual EFE es el fortalecimiento, rehabilitación y operación adecuada del sistema ferroviario.

Cuando una empresa absorbe a otra no hace falta ni es legal proceder a cerrarla, la ley no prevé en estos casos el nombramiento de liquidador, porque no hay quiebra o disolución de la compañía, manifestó.

La solución a la que llegaron los directivos es que todos los activos, pasivos, bienes, recursos, obligaciones, contratos y convenios de la ENFE pasen íntegramente a la nueva EFE de manera inmediata, sin que exista transición y menos aún liquidación.

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Recursos
El Gerente de la ENFE indicó que lo prioritario es la asignación de los recursos para la rehabilitación del sistema ferroviario, tema que no ha sido contemplado en la ley de creación de la nueva empresa ni en el presupuesto del Estado.

La compañía ha puesto en funcionamiento 120,40 kilómetros de vía, que estaban paralizados entre dos a ocho años, abriendo nuevamente las rutas Durán–Yaguachi, Bucay–Huigra, Riobamba–Urbina, Latacunga–Quito, que sumados a los 260,2 km que venían funcionando, hay en operación 391,8 km de vía.

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También funcionan cuatro máquinas a vapor, tres coches de pasajeros, seis vagones, tres plataformas y dos locomotoras a diésel.