El conflicto entre los cargadores navales y once empresas navieras se mantiene en Manta.

La espera se les hace interminable. Sin trabajo, a Carlos Roca Chávez, de 60 años, no le queda más que estar parado en una esquina donde dialoga con sus ex compañeros de labores.

Esa es su rutina desde el 2000 en que las empresas navieras contrataron operadoras portuarias para desembarcar o embarcar mercancías.

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El nuevo mecanismo implicó que 480 estibadores se quedaran sin un ingreso fijo. De estos, 150 obtuvieron su jubilación a través del IESS.

El resto (330) labora de forma ocasional cuando al puerto de Manta arriban los buques que traen vehículos.

Estos solicitaron la reliquidación y pagos por jubilación en el 2002. Para conseguirlo, los miembros activos y jubilados de la Unión de Estibadores Navales de Manta demandaron a once navieras que desde la década del setenta utilizaban el puerto de Manta.

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La indemnización se calcula en función del número de años que trabajó. El gremio estima 54 millones de dólares.

Manifiesta que el trabajo abundaba en el puerto de Manta. Hasta antes del 2000, laboraban seis meses al año, ahora solo una semana. Su misión era desatar vehículos.

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Roca, por ejemplo, entró al puerto por última vez en marzo pasado. Obtuvo 60 dólares por laborar cuatro horas diarias en cinco días. “Desaté 180 vehículos (encadenados al piso). Los choferes los sacaron a los muelles.

Desde el 2002 han muerto 21 estibadores que buscaban su indemnización. “Nos preguntamos por qué no quieren reliquidarnos si ya lo hicieron con los otros tres puertos”, afirma Luis Roca, presidente de los estibadores de Manta.

Los únicos juicios pendientes contra las navieras internacionales corresponden a los estibadores mantenses. Los obreros de los puertos de Guayaquil, Esmeraldas y Puerto Bolívar fueron indemnizados.

Hasta el momento hay dos sentencias favorables. La Inspectoría de Trabajo de Guayas donde se tramitan los casos, estableció que la japonesa Nipon Yusen Kaisha y la alemana Hamburg Sud deben cancelar cinco millones de dólares por reliquidación.

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Los representantes de las dos navieras apelaron. El dictamen final aún se espera.

El ministro de Trabajo, Galo Chiriboga, analiza los procesos aunque advierte que no tendrán una resolución en el corto plazo. “Es un conflicto jurídico complejo. La sentencia debe ser equitativa tanto para recuperar el derecho de los trabajadores y la seguridad jurídica de las navieras”, dijo.

El conflicto radica en que las navieras consideran que el gremio de estibadores era el empleador. Los trabajadores dicen que era un sindicato.

NAVIERAS

DEMANDADAS
Las empresas navieras demandadas son Nipon Yusen Kaisha, Hapag Lloyd, Hamburg Sud, Crowley American Transport, K-Line, P&O Nedlloyd, Ecuadorian Line, TMM, Croatia, CCNI y CSAV.

LA QUE OPERA
Solo una de las once líneas navieras demandadas opera actualmente por el puerto de Manta. Las otras arriban a los otros tres puertos que hay a lo largo de la costa del Ecuador.

A LARGO PLAZO
El ministro de Trabajo, Galo Chiriboga, advierte que los conflictos laborales no tendrán una sentencia en el corto plazo. “Son conflictos jurídicos complejos. La resolución debe ser equitativa para recuperar el derecho de los trabajadores y también para la seguridad de las empresas navieras”.