El subsecretario de Salud de Guayas, Francisco Cedeño, aclaró esta mañana que no se ha encontrado contaminación fecal en el agua, pero sí la disminución de concentración de cloro en el suroeste de Guayaquil, por lo que se incumple con la norma INEN, que es de 0,30 miligramos por litro.

En entrevista con Citynoticias (89.3 FM Guayaquil), Cedeño explicó que a medida que el agua viaja por las redes de tuberías a los sitios más alejados de la ciudad, el líquido vital pierde la cantidad de cloro, que es de 0,30 mg/l, tal como lo establece la norma 1.108 del Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN).

“El problema de fondo radica dentro de las redes de distribución de agua, y en los establecimientos educativos, en los bares, en los baños, como el caso de la escuela Alberto Perdomo Franco, donde se presentó el brote de hepatitis A en junio pasado en el suroeste de la ciudad”, señaló el funcionario.

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De acuerdo a Cedeño, la Subsecretaría ha realizado un estudio con los niveles de cloro en el momento en que salen de las tomas. Aseguró que el resultado señala que éstos “están en los niveles normales y por encima de lo normal, pero como se apartan de este sitio y llegan a los sitios más apartados este nivel de cloro, disminuye”, precisó.

El funcionario agregó que el director del Instituto Nacional de Higiene, Luigi Martini, dará la disposición para realizar más estudios en toda la ciudad, el cual se llamará “Vigilancia de la calidad del agua para preservar la salud de la población”.

Por su parte, el director ejecutivo de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC), Alfredo Alvear, indicó en Ecuavisa que sí existen anomalías en el agua y que se deben al mal estado de las tuberías, bajas presiones y descontinuidad de mantenimiento.

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“Estas anomalías deberán ser resueltas por el prestador de servicio de conformidad a lo establecido en el contrato”, subrayó Alvear, refiriéndose a la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Ecapag).