El comienzo del Ramadán (fiesta religiosa musulmana) en Iraq fue marcado por la violencia, con la muerte de once iraquíes y de cinco soldados estadounidenses.    Estas nuevas bajas elevan a 1.931 los militares estadounidenses muertos en ese país  desde la invasión en marzo de 2003.

Desde ayer, unos 2.500 soldados de EE.UU. junto con tropas iraquíes lanzaron una segunda ofensiva en el oeste iraquí para aplastar a la red Al Qaeda en Iraq.