La industria atunera de Ecuador flexibilizó su posición inicial de solicitar a  Estados Unidos, en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), un retiro  inmediato de aranceles para el atún en lata, tras la vigencia del acuerdo.  

El Ministerio de Comercio Exterior confirmó ayer que el país abandonó su propuesta de pedir que el atún  entre en una canasta de desgravación ‘A’  (eliminación rápida de aranceles).
Ahora la alternativa ecuatoriana apunta a negociar una desgravación  en un periodo de 5 a 10 años.  

La aceptación de este planteamiento está condicionado a que EE.UU.   conceda una serie de requerimientos  del país para mejorar el ingreso del atún, durante este periodo. Así, el Gobierno pretende solicitar cuotas o contingentes para las exportaciones de atún durante el tiempo de desmonte arancelario.

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Además, plantea incluir una ‘carta adjunta’ en la que  EE.UU.  se comprometa a otorgar a Ecuador cualquier tratamiento especial que obtenga un tercer país exportador de atún, que negocie un acuerdo comercial con esta nación.   
 
“Queremos que al final del  tiempo de desgravación, sea cual fuere el acordado (5 o 10 años), debe haber una regla de origen abierta y un acceso inmediato para el atún”, manifestó Jorge Illingworth, quien se reunió ayer en Guayaquil con empresarios del sector.
   
Illingworth sostuvo que estos propuestas se conversan con EE.UU. fuera de la mesa de negociación oficial, pues el Gobierno pretende establecer una alternativa de consenso junto a la industria nacional.

El presidente de la Cámara de Pesquería, César Rohón, afirmó ayer que requirieron al Ministerio de Comercio que busque una reunión bilateral con EE.UU., para  “evitar   llegar a la última ronda de negociaciones con el atún como un producto rehén”.

Este nuevo giro en la negociación para buscar acceso para el atún local se oficializa  cuatro días después que el Gobierno colombiano anunció un acuerdo con EE.UU. para que tres subpartidas  de atún enlatado ingresen en una  canasta de desgravación ‘C’; es decir, un retiro de aranceles en un lapso de diez años.

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“Puede ser que Colombia se sintió cómoda con una partida de atún para desgravar a diez años porque su industria no es tan importante como la de Ecuador”, afirmó Rohón.