El Gobierno no hizo ayer ningún pronunciamiento oficial sobre la supuesta existencia de un grupo subversivo denominado Ejército de Liberación Alfarista (ELA) que estaría conformado por ex integrantes e integrantes de Alfaro Vive Carajo, Sol Rojo, Grupo de Combatientes Populares y otras agrupaciones.

Aunque el secretario de comunicación, José Toledo, aseguró en Guayaquil que el Ministerio de Defensa, haría una declaración sobre el tema, esto no ocurrió y solo se explicó que la Policía debe responder sobre las supuestas actividades del ELA “debido a que estas, por lo que se ha relatado,  se circunscriben en el ámbito delincuencial”, dijo una fuente de esa secretaría de Estado.

En el Ministerio de Gobierno tampoco se dio explicación alguna sobre los supuestos informes de inteligencia que confirmarían la existencia del grupo subversivo, según denunció Diario El Comercio el pasado fin de semana.

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El comandante de la Policía, general José Vinueza, quien ayer mantuvo una reunión con el ministro de Gobierno, Oswaldo Molestina, indicó que esa institución investiga el caso y que presentará un informe cuando se hayan recopilado los datos necesarios.

Por lo pronto Vinueza consideró que se trata de “grupos delincuenciales comunes” y que en esa medida no debe existir mayor alarma en la ciudadanía.

Mientras tanto, el asesor presidencial, José Modesto Apolo, afirmó que el Gobierno tiene información sobre grupos sediciosos que habrían estado infiltrados en los paros provinciales que desarrollaron en los últimos meses.

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Aunque aseguró no conocer nada sobre la existencia del grupo ELA, indicó que los movimientos a los que hace referencia no necesariamente quieren afectar al Gobierno sino que “tienen una filosofía de mucho más largo aliento”.

Aseguró que su criterio es el de que Ecuador está soportando las consecuencias de una contaminación (no especificó cuál) y añadió que por tratarse de un tema tan sensible, serán los ministros (no dijo quiénes) los que en esta semana podrán hacer anuncios más concretos.

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Entre tanto, Édgar Frías, ex dirigente de Alfaro Vive, señaló que a su criterio “la lucha armada no es un buen balcón político en este  país”  y que “la  tendencia en América Latina es buscar el llegar al gobierno por la vía  electoral”.

En cuanto al ELA, el ex guerrillero dijo que “hay un interés de magnificar  un hecho que probablemente exista, con una tendencia de querer afectar a  Venezuela como supuesta auspiciante de este grupo”.

Gustavo Larrea, director de la Asociación Latinoamericana para los  Derechos Humanos (Aldhu) cree que el tema “es una exageración mediática, en el  país no hay hechos de violencia”.