El realizador de la película El Código Da Vinci que se empezó a grabar el 29 de junio, Ron Howard, ha tenido que limitarse a filmar en las afueras de la Abadía de Westminster, de Londres, después de la prohibición de hacerlo en el interior del templo antiguo.

Según informa el sitio oficial en internet del actor británico Ian McKellen, uno de los protagonistas de la película, el motivo de esa prohibición no es teológico, como se había dicho, sino simplemente económico.

“No podemos impedirles filmar en las calles”, declaró un portavoz de la iglesia al diario Evening Stardard.

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Mientras tanto, las escenas interiores se están filmando en la catedral de Lincoln, en Lincolnshire, al oeste de Inglaterra, pues las autoridades responsables de este último templo no consideran que el libro homónimo de Dan Brown que ha inspirado el filme no es ofensivo para la fe cristiana.