Los últimos reportes en nuestro país que indican la presencia de la bacteria Helicobacter pylori –descubierta por los ganadores del Premio Nobel de Medicina, los australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren– se dieron en el cantón Daule, provincia del Guayas.

En agosto de este año se dio un incremento de las personas infectadas. Solo durante ese mes, 40  fueron diagnosticadas con la bacteria, que provoca problemas de úlcera y gastritis. Los pobladores recibieron ayuda del Ministerio de Salud y de la Municipalidad de esa ciudad.

En nuestro país, a causa de la incidencia de esta enfermedad, se han  desarrollado algunos estudios.

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Un importante proyecto de investigación fue llevado a cabo por el laboratorio farmacéutico ecuatoriano Pharmabrand y el Hospital Militar, en Quito, dirigido a solucionar definitivamente la gastritis.
Los resultados aún no se dan a conocer.

La gastritis es una llaga en el revestimiento del estómago originada por la bacteria Helicobacter pylori, responsable de la mayoría de las úlceras gástricas.

La principal fuente de contagio de la bacteria está en el agua que consume la población, pues en muchas ocasiones el líquido que se usa está contaminado.

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En sectores marginales de Guayaquil, como la isla Trinitaria, Guasmo, Bastión o Suburbio las condiciones de riesgo se incrementan por las fallas en la calidad del agua potable, ausencia del alcantarillado y, en algunos casos, a la falta de higiene con que se distribuye el agua de los carros cisternas.

Antes del descubrimiento de los científicos australianos, se atribuía al estrés como uno de los factores determinantes para el aparecimiento de las úlceras gástricas.

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Los hábitos alimenticios también inciden en el contagio de la bacteria y el consumo de comidas mal preparadas, lo que agudiza la situación.

Los síntomas de ardor en el estómago, dificultades digestivas, gases o náuseas pueden aparecer a las pocas semanas de haber adquirido la bacteria o quizás el mal puede presentarse sin malestares aparentes, de manera silenciosa.

La enfermedad actualmente puede ser curada mediante un corto tratamiento con antibióticos e inhibidores de las secreciones  ácidas.