La comunidad tanto de origen hispano como local de esta ciudad les ha ofrecido ayuda a las familias de los cinco trabajadores mexicanos que fueron muertos a tiros y a golpes, al parecer en un intento de robo.

Una iglesia católica local creó una cuenta bancaria donde la gente puede hacer aportaciones y Marino Utrera, gerente del restaurante El Cazador, en Tifton, ha colocado una alcancía cerca del mostrador del establecimiento, con fotografías de las víctimas, a quienes conocía.

Además de los cinco muertos la madrugada del viernes en sus remolques vivienda en estacionamientos del sur de Georgia, otras seis personas resultaron heridas, al menos una de ellas de gravedad.

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Utrera dijo que los ataques han causado el nerviosismo de la comunidad hispana del suroeste de Georgia, donde muchos se dedican a la cosecha del tabaco y varios miles de millones de dólares de otros vegetales.

Voy a comprar más candados para las puertas. ya no se me olvida el cerrar las puertas. Me quedo en casa y ya no salgo de noche, dijo Utrera, quien vive en uno de los estacionamientos donde ocurrieron los ataques.

Las autoridades dicen que muchos trabajadores latinoamericanos son blanco fácil para ataques, porque viven en viviendas móviles en mal estado, muchas veces sin ventanas o sin seguros en las puertas, además de tener con ellos fuertes cantidades de dinero en espera de ser enviado a sus familiares en México.

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Hasta ahora no se han realizado arrestos, pero las autoridades han publicado los retratos hablados de dos hombres en base a las descripciones de algunas de las víctimas. Indicaron que los incidentes parecen no haber tenido motivaciones raciales.

Las investigaciones continúan, dijo Lee Sweat, inspector de la Oficina de Investigaciones de Georgia.

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